Una serie de apagones eléctricos que tuvieron lugar en Madrid en años recientes, muchos de los cuales fueron causados por incendios en subestaciones eléctricas, llevaron al gobierno de la Capital a presentar un nuevo decreto: la Ley de Suministro Eléctrico, con la que se pretende defender a los consumidores frente a los cortes de luz y, en particular, exige que se reponga el suministro eléctrico en un plazo de seis horas desde que se produzca el fallo.
La ley también establece que la red sea configurada de manera lo más inteligente posible, para que todo consumidor pueda recibir el suministro de como mínimo de dos fuentes diferentes para que en caso de fallar la primera fuente, se restablezca con rapidez el suministro eléctrico a partir de una segunda fuente. Y en último término, puesto que muchos de los problemas previos fueron causados por incendios, la Ley de Suministro Eléctrico establece como condición obligatoria que las subestaciones estén equipadas con sistemas eficaces contra incendios.
Para cumplir estas disposiciones, Iberdrola creó un plan inicial de inversión de 400 millones de euros que incluía la construcción de 19 nuevas subestaciones en la Comunidad de Madrid. Este plan, el mayor creado por Iberdrola en una gran ciudad, supuso el soterramiento de todas las subestaciones y otras instalaciones de suministro eléctrico con lo que se liberaron más de 355.000 metros cuadrados de superficie que fueron destinados a otros fines como la construcción de viviendas y oficinas.
Iberdrola empezó a considerar con todo detalle los sistemas contra incendios exigidos por la Ley de Suministro Eléctrico para sus nuevas subestaciones en toda España. Se presentaron varias propuestas y la empresa llevó a cabo una evaluación exhaustiva para determinar cuál sería la mejor alternativa para sus aplicaciones.
Alternativas para protección contra incendios
Se consideraron como posibles alternativas, como el agua nebulizada y el sistema de espuma con aire comprimido. Finalmente, por diversas causas técnicas y económicas, estos sistemas fueron desestimados siendo elegido el fluido Novec 1230 de protección contra incendios, de la empresa 3M, por adaptarse en mayor medida a los requerimientos (técnicos y económicos) de la propiedad, según afirma la compañía.
Para obtener su pleno potencial extintor, el agua nebulizada depende de la entrada de energía (ni mucha ni poca) del fuego. Sin embargo, en los fuegos sin llama en los transformadores no era posible apagar el fuego debido a la falta de energía. A la inversa, el agua nebulizada demostró ser también ineficaz ante un fuego de gran alcance en la bóveda del transformador. Asimismo, se probaron los sistemas de espuma formadora de película acuosa (AFFF) que tampoco funcionaron al usar un agente bidimensional en un fuego tridimensional.
También fue considerada la opción del CO2 porque es capaz de apagar eficazmente fuegos de todos los tamaños pero presentó dos inconvenientes principales:
- El número de cilindros requeridos ocuparía más espacio del que había en las subestaciones soterradas.
- El CO2 es letal en las concentraciones necesarias para apagar fuegos rápida y eficazmente.
Otra posible solución para esta aplicación fue la opción de los hidrofluorocarburos (HFC), la primera generación de agentes que reemplazan al gas halón tan dañino para el medio ambiente, sin embargo, se rechazaron debido a sus riesgos medioambientales.
Estas consideraciones llevaron a Iberdrola a decantarse por 3M y su fluido Novec 1230 de protección contra incendios, la siguiente generación de agentes limpios contra incendios. Para 3M resulta una decisión convincente si comparamos el fluido Novec 1230 y los hidrofluorocarburos con respecto a factores medioambientales.
Al igual que los HFC, el fluido Novec 1230 no tiene potencial de agotamiento del ozono pero cuando se trata del potencial de calentamiento global el del HFC que más se usa en la protección contra incendios es 3.140 veces el del CO2, el gas de efecto invernadero más común (informe de evaluación del IPCC 2007 para el sistema extintor HFC-227ea). En cambio, el potencial de calentamiento global del fluido Novec 1230 es tan sólo uno. Además, el fluido Novec 1230 tiene un tiempo de vida atmosférico de sólo cinco días, en comparación con unos 30 años en el caso de los hidrofluorocarburos.
Además, están apareciendo las primeras normativas que limitan o prohiben el uso de algunos HFC. Estas cuestiones fueron importantes para las compañías eléctricas dado que, si en el futuro se introdujeran leyes para limitar el uso de HFC, es casi seguro que un sistema contra incendios basado en un hidrofluorocarburo con un alto potencial de calentamiento global tendría que reemplazarse en su totalidad, o al menos modificarse considerablemente. Esta es una propuesta inaceptable para un nuevo proyecto de infraestructura de tal magnitud e importancia, sobre todo porque se prevé que las nuevas subestaciones duren varias décadas.
Garantía Blue SkySM
Por el contrario, 3M sostiene tener confianza en las características ambientales del fluido Novec 1230 que ofrece su garantía Blue SkySM, lo que garantiza que si el fluido Novec 1230 fuese prohibido o se limitase su uso como agente extintor limpio debido a su potencial de agotamiento del ozono o de calentamiento global en los próximos 20 años, la empresa reembolsaría el coste del fluido.
Además, a diferencia del CO2, el fluido Novec 1230 posee un amplio margen de seguridad para usar en áreas ocupadas, lo que significa que su uso es seguro incluso si hay ingenieros trabajando en una subestación en el momento de ocurrir una descarga.
El “margen de seguridad” refleja la diferencia entre las concentraciones de diseño necesarias para apagar un fuego y el umbral de concentración reconocida por organismos reguladores como adecuada para espacios ocupados. En una aplicación típica, el fluido Novec 1230 se usa a una concentración de aproximadamente un 5%, pero se aceptan concentraciones de hasta un 10%. Por tanto, su margen de seguridad es de casi el doble, que es el margen de seguridad más alto de cualquier sustituto químico del halón.
Otra ventaja destacada por la empresa es el poco espacio de almacenamiento que requiere: al tratarse de un líquido a temperatura ambiente, aunque forma con rapidez un gas cuando se descarga a través de boquillas adecuadamente diseñadas, puede enviarse y almacenarse en contenedores no presurizados. También significa que las instalaciones podrán recargarse mediante una transferencia de líquidos. Con este método de repuestos in situ, los sistemas volverán a ser funcionales y operativos en un breve periodo de tiempo, con frecuencia en un plazo de 24 horas.
Por último, la compañía señala dos factores definitivos a favor de elegir el fluido Novec 1230 para las aplicaciones de protección de subestaciones: que el fluido Novec 1230 es totalmente inerte y no es conductor eléctrico
. Esto significa que la descarga del agente no dañará el equipo en un espacio protegido por un sistema que use el fluido Novec 1230, ni correrá el riesgo de causar cortocircuitos eléctricos.
Así, Iberdrola decidió que se trataba del único agente extintor limpio que cumplía con los requisitos necesarios en cuanto al rendimiento extintor y desempeño ambiental
. En consecuencia, ya se han instalados los sistemas contra incendios que usan el fluido Novec 1230 en las nuevas subestaciones de Madrid recién construidas. Ahora también se usan sistemas similares que utilizan el fluido Novec 1230 en muchas otras centrales de toda España.