Varios países de la región mediterránea se han unido con el objetivo desarrollar un marco normativo para el mercado energético capaz de superar retos comunes, sin dejar de lado las especifidades de cada miembro. Entrevistamos a Benjamin Gellèpe, Director de MedReg (Mediterranean Energy Regulators).
SMARTGRIDSINFO: MEDREG promueve un marco regulatorio transparente y armonizado en la Región Mediterránea. ¿Cuál es el fin principal por el que surge MedReg?
Benjamin Gellèpe: MedReg considera que un enfoque regional es el punto de partida adecuado para la cooperación en materia de regulación de la energía, en la perspectiva de un mercado mediterráneo integrado y eficiente que requiere un funcionamiento e infraestructuras interconectadas.
Este enfoque implica la armonización progresiva de los marcos legislativos y regulatorios en el campo de la energía, que es una condición previa fundamental para atraer las inversiones necesarias y contribuir a largo plazo el desarrollo económico y social de la región mediterránea. En particular, sería necesario establecer los principios de protección al consumidor común, con un enfoque particular en la definición de la pobreza energética.
Uno de los principales objetivos es contribuir a la creación de autoridades regulatorias independientes, responsables de la electricidad y el gas en cada país mediterráneo. La Asociación estudia las características y necesidades del mercado energético para identificar retos comunes y mejores prácticas.
MedReg también tiene el objetivo de fomentar el desarrollo sostenible basado en un sistema energético seguro, rentable y respetuoso con el medio ambiente, apoyando el desarrollo de sistemas de distribución y generación inteligentes en la región.
La asociación considera que el diálogo y la coordinación técnica entre reguladores y Gestores de Redes de Transporte (TSO) de electricidad, en un nivel nacional y regional se está convirtiendo en fundamental para construir un mercado energético regional efectivo y eficiente, especialmente a través de una cooperación estructurada con la asociación de los TSO mediterráneos (Med-TSO).
Finalmente, el objetivo último de MedReg es crear una cultura regulatoria común a lo largo de los diferentes países mediterráneos europeos, compartiendo información, experiencia y buenas prácticas a través de sus miembros, ayudándoles, así, a reforzar su capacidad institucional y garantizar las reformas adecuadas y un medio ambiente sano para la inversión en infraestructuras en la región.
SMARTGRIDSINFO: ¿Qué importancia tendrá el despliegue de redes inteligentes de cara al futuro?
Benjamin Gellèpe: Las redes inteligentes representan una oportunidad enorme para mejorar la gestión de toda la cadena de suministro de energía, particularmente en los países euro-mediterráneos que actualmente están enfrentándose a diferentes y desafiantes retos.
A pesar de una demanda plana, o incluso decreciente, la costa norte se ve afectada por la congestión de la red, con el desarrollo de un mercado europeo integrado, marcada por una participación cada vez mayor de (intermitente) generación a partir de fuentes renovables y descentralizadas. Mientras en el sur el fuerte crecimiento de la demanda está poniendo en riesgo las infraestructuras existentes en muchos países, donde serán necesarias importantes inversiones en los próximos años para adaptar la transmisión y distribución de las redes y proveer de energía a todos los ciudadanos a un precio asequible.
Uno de los principales beneficios de la introducción de las smart grids en los países mediterráneos es la reducción de pérdidas en los sistemas de potencia que afectan fuertemente a la región, dado que la generación puede ser adaptada más efectivamente a los patrones de consumo y a la distancia física entre el lugar de producción y consumo.
Con la introducción de la tecnología digital para suministrar electricidad a los consumidores a través de comunicación digital bidireccional (‘two-way’), así como la implementación de una variada gama de aplicaciones técnicas y herramientas, las redes inteligentes permitirán la monitorización, análisis, control y comunicación para ayudar a mejorar la eficiencia, reducir el consumo de energía y costes y maximizar la transparencia y fiabilidad del sistema de energía completo desde la generación hasta el consumo y vice-versa.
SMARTGRIDSINFO: ¿Existen diferencias sustanciales en lo que a despliegue y regulación de Smart Grids se refiere entre los países que forman MedRed? Si es así, ¿Cuáles son esas diferencias?
Benjamin Gellèpe: La Región Mediterránea está marcada por una amplia variedad de situaciones nacionales, las cuales están reflejadas entre los miembros de MedReg. Más allá de la evolución histórica, económica y social, cada país tiende a desarrollar sus propios planes y objetivos para el futuro de la generación, transmisión y suministro energético. A este respecto, MedReg está promoviendo un enfoque convergente y coordinado para definir objetivos realistas que beneficien a toda la región.
Las principales diferencias están enlazadas con el diseño e implementación de un marco regulatorio apropiado, necesario para hacer de ese cambio tecnológico un éxito. En este sentido, la reflexión está más avanzada en los países de la Unión Europea a través de la evolución introducida por el ‘tercer paquete energético’ (Third Energy Package) y gracias a la gran implicación de los reguladores energéticos, no obstante, aún hay que superar barreras técnicas y legales.
Sin embargo, numerosos países están implementando proyectos piloto e intercambiando experiencias relacionadas con las smart grids y sus aplicaciones relacionadas, tales como el desarrollo contadores inteligentes a gran escala, así como la integración creciente de generación distribuida e incluso doméstica a la red. Como así lo demuestra el análisis de casos de estudio que está llevando a cabo MedReg, los ejemplos más avanzados incluyen, principalmente, a Israel, Italia, Montenegro, Portugal y España.
SMARTGRIDSINFO: ¿Cuáles son los principales retos que deben afrontar las smart grids en este marco mediterráneo?
Benjamin Gellèpe: Estos desafíos son todavía de naturaleza variada y compleja. En primer lugar, la falta generalizada de un marco normativo claro y detallado aplicado a redes inteligentes y herramientas innovadoras. Para entrar en este tipo de proyectos ambiciosos, todos los participantes deben conocer sus derechos y obligaciones y la necesidad de obtener la información necesaria para evaluar los costos reales y las ventajas de estos mecanismos.
En segundo lugar, la adaptación de la infraestructura existente representa costes adicionales para los operadores de red. Los beneficios esperados, con respecto a la posible reducción de las pérdidas de la red, podrían revertirse en caso de producirse una penetración de la generación distribuida muy alta. Puede ser que, en estas situaciones, un aumento significativo de la potencia reactiva se produzca en las redes, causando un aumento en las pérdidas de energía.
Además, los sistemas de redes inteligentes y sus servicios asociados promueven un cambio de paradigma en la gestión de los sistemas de energía, con un gran número de actores implicados y un gran volumen de información. Este hecho hace más compleja la gestión de las redes. Adicionalmente, una proporción creciente de las renovables y el compromiso de mantener la seguridad en la red requieren del uso de almacenamiento distribuido para servir como ‘back up’ cuando sea necesario. En este sentido, se deben tener en cuenta costes extras para mejorar los sistemas de tecnologías de la información de las compañías de transporte y distribución, así como el crecimiento de los servicios auxiliares para mantener la fiabilidad del sistema.
En resumen, la introducción masiva de redes inteligentes debe suponer, al menos a corto plazo, un aumento de la gestión y mantenimiento de los costes para los operadores de red en toda la región. Como resultado, son necesarias inversiones considerables por parte de los operadores de red, mientras que el retorno de la inversión se contempla a largo plazo en el sector de la energía. Inversiones anticipadas por consumidores domésticos o pequeñas empresas deben ser tenidas en cuenta también, aunque a una escala financiera diferente. Por lo tanto, sobre todo en tiempos de crisis económica que afecta a toda la región mediterránea, el acceso adecuado a los mercados financieros y los inversores internacionales es importante para hacer que estas inversiones sean posibles.
SMARTGRIDSINFO: ¿Está trabajando MedReg en el sector de las redes eléctricas inteligentes? Si es así, ¿qué se está haciendo?
Benjamin Gellèpe: En términos generales, MedReg está promoviendo el desarrollo de medidas regulatorias y legales adecuadas para atraer la inversión necesaria en la región mediterránea y permitir el acceso a un suministro de la energía seguro, fiable y asequible para todos los ciudadanos. La implantación de redes inteligentes y el avance de las tecnologías de distribución y suministro tienen, obviamente, un papel importancia en esta idea.
Como ejemplo, MedReg adoptó en noviembre de 2014 un informe sobre posibles desarrollos del balance neto en los países de MedReg, que está relacionado con la expansión de la generación distribuida. Este esquema permite a cada consumidor doméstico, que suele ser sólo consumidor pasivo, controlar su propia producción (fotovoltaica, eólica, etc.) y consumo en tiempo real. Cuando la generación supera al consumo, la energía sobrante es inyectada en la red de distribución. Este exceso de energía puede ser recuperado por el sistema cuando el consumo exceda a la generación, trabajando como un banco de energía que utiliza el sistema clásico como respaldo o ‘back-up’.
‘Los sistemas de balance neto’ pueden causar grandes cambios en los sistemas eléctricos. La reducción significativa de los costes de la tecnología, así como de las recientes mejoras en los sistemas de información y comunicación, hará que estos cambios sean posibles.
Los beneficios de la aplicación generalizada de estos sistemas, sobre todo en términos de gestión de aumento de la producción de energías renovables, así como la posible reducción de los precios al consumidor final, lo convierte en un sistema que está recibiendo la atención especial de los gobiernos y los consumidores. Los reguladores de la energía en cada país, teniendo en cuenta su experiencia, deben, obviamente, desempeñar un papel activo en la promoción y aplicación de estos mecanismos.