La subdirectora general de Mantenimiento de Red Eléctrica de España, Eva Pagán, se ha reunido con la directora general de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, María Antonia Moreno, para presentar el balance de los trabajos realizados en la mejora de las infraestructuras de transporte eléctrico de Canarias, en los que la compañía ha invertido 105 millones de euros desde el 2011. De esta inversión, 72 millones de euros corresponden al proyecto de Mejora de Activos de Red (MAR) y 33 millones al plan de mantenimiento específico.
El proyecto MAR en Canarias cuenta con un presupuesto de 150 millones de euros y tiene como objetivo la adecuación de las infraestructuras de transporte eléctrico, adquiridas por Red Eléctrica en el 2010, a los estándares de calidad de todas sus instalaciones en la Península; la resolución de las carencias existentes en estas infraestructuras, y la integración de estos activos a los sistemas de control de la compañía, con el fin de garantizar la seguridad del suministro eléctrico en el archipiélago. En los cuatro primeros años, se han invertido ya 72 millones de euros y se ha completado el 52% de las actuaciones programadas.
Este programa de mejora lleva asociado un plan de mantenimiento adaptado a las características especiales de la red de transporte eléctrico canaria, en la que Red Eléctrica ha invertido en el mismo periodo 33 millones de euros.
El proyecto MAR se prolongará hasta el 2017, ya que el escaso mallado de la red de transporte en Canarias implica que las actuaciones se tengan que efectuar unas veces en tensión y otras con la instalación fuera de servicio; operación que solo se puede realizar cuando está garantizada la continuidad y calidad del suministro. Además, en otros casos, los trabajos están condicionados a tramitaciones de licencias administrativas que pueden alargar los plazos previstos.
Los resultados de este programa de adecuación de la red de transporte eléctrico canaria se manifiestan en una mejora de la seguridad y calidad de suministro, medida por la reducción significativa de la interrupción del servicio, tanto en términos de energía como de tiempo medio de indisponibilidad.