EDP Hc Energía ha mejorado la calidad y seguridad del suministro eléctrico en Gijón con la conexión de la subestación de Pumarín con la de Gijón Norte mediante una línea de alta tensión de 132 kilovoltios y un total de 12.449 metros de cableado. Con esta obra, que ha supuesto una inversión de 10 millones de euros, la compañía mejorará la calidad y la seguridad del suministro, además de dejar la red preparada para un potencial aumento de la demanda y la incorporación de nuevos agentes energéticos, como los microgeneradores.
La mejora de la seguridad y la calidad del suministro para los consumidores se fundamenta en que la conexión entre ambas subestaciones eléctricas permitirá que Gijón complete su alimentación eléctrica desde un punto más, la subestación de Gijón Norte, ubicada en el Polígono de Mora Garay. Desde 2011, EDP está completando el plan para mejorar la red de distribución, pasando de tres puntos de reparto (Carrió, Pumarín y Castiello) a cinco en 2015, con el funcionamiento de las subestaciones del Puerto y Gijón Norte.
La nueva línea tiene una longitud de 2 kilómetros y estará operativa este mismo año. Principalmente será subterránea, salvo el primer tramo, que con el objetivo de preservar la fuente romana de La Mortera, será aéreo. Este tramo ya está ejecutado. Parte de la subestación de Pumarín y llega hasta las inmediaciones del campo de fútbol del Club Deportivo La Braña. Aquí, la línea pasa a ser subterránea hasta llegar a la subestación de Gijón Norte.
En el desarrollo de la obra, y además del personal de EDP Hc Energía, están implicados más de 200 trabajadores de 20 empresas, la mayoría asturianas. Están previstas 35.000 horas hombre de trabajo. Actualmente se desarrolla la fase de obra civil. Ya se ha salvado la línea del ferrocarril y, actualmente, se está trabajando en la perforación bajo la autopista.
Debido a la longitud del trazado y a las dimensiones del cableado, la línea estará dispuesta en tres tramos. En el transporte de las bobinas hay que salvar puentes y pasos que imposibilitan disponer de un único tramo. Para unirlos se han construido dos cámaras de empalme, que son habitáculos subterráneos donde se unen los tramos de la línea de alta tensión. Tras la obra civil se introducirá el cableado y se conectará en cada cámara de empalme. Y, antes de su puesta en marcha, se realizarán diferentes estudios y pruebas.