Viesgo está llevando a cabo un plan de mantenimiento de sus instalaciones en Cantabria, Castilla y León, Asturias y Galicia con el objetivo de mantener unas condiciones óptimas de seguridad y cuidado del medio ambiente en el suministro. Estas revisiones abarcarán por lo tanto a aproximadamente 5.000 kilómetros de líneas de alta y baja tensión, 3.500 centros de transformación y 34 subestaciones.
El plan comprobará el estado de los elementos que componen las instalaciones eléctricas, como apoyos, conductores, seccionadores, interruptores o transformadores. Las condiciones de estos componentes se ven afectadas a diario tanto por el uso ordinario que se hace de ellas, como por otros factores (principalmente de índole meteorológica) a las que están expuestos: tormentas, vientos, nieve, etc.
Con carácter anual, Viesgo realiza asimismo una revisión termográfica a 500 kilómetros de líneas de alta tensión. Se trata de una inspección mediante una cámara termográfica instalada en un helicóptero, que permite la detección de posibles puntos débiles en las instalaciones, herrajes y conductores eléctricos en servicio, para después establecer las actuaciones oportunas para evitar averías.
Además de las inspecciones ordinarias, también se han programado inspecciones exhaustivas de la instalación, diagnósticos del estado de apoyos metálicos, ensayos y diagnósticos de cables aéreos y subterráneos, etcétera.
Cabe destacar, por último, el plan de gestión de la biomasa en más de 4.000 kilómetros de líneas eléctricas. Mediante el mismo, se actúa sobre la vegetación y el arbolado que pueda afectar a las instalaciones, evitando así posibles incidentes que afecten al suministro y minimizando el riesgo de incendios forestales durante la época de verano.