Un periodo extendido de bajos precios de petróleo beneficiaría a los consumidores pero desencadenaría una preocupación en la seguridad energética aumentando la confianza en un pequeño número de productores de bajo coste o el riesgo de una recuperación aguda en el precio si la inversión se queda por debajo, ha señalado la Agencia Internacional de la Energía (IEA, de sus siglas en inglés) en la edición de 2015 de su informe buque insignia Pronóstico de la Energía Mundial (WEO-2015), titulado Energía y Cambio Climático (Energy and Climate Change).
El informe señala que la caída de los precios del petróleo ha puesto en movimiento las fuerzas que dirigen el mercado al reequilibro a través de una mayor demanda y un crecimiento más bajo en el suministro, a pesar de que el mecanismo de ajuste en el mercado del petróleo es pocas veces regular.
En el escenario central de WEO-2015, un balance del petróleo ajustado dirige a un precio de alrededor 75 euros por barril en 2020. Pero WEO-2015 también examina las condiciones bajo las cuales los precios serían más bajos durante más tiempo. Dado que los precios en los niveles actuales empujan fuentes de mayor coste de abastecimiento, tal escenario depende bastante de los productores de bajo precio en el mundo: la dependencia de las exportaciones de petróleo en Oriente Medio finalmente escalan a un nivel visto por última vez en los años 70.
Tal concenctración del abastecimiento global iría acompañado de preocupaciones elevadas sobre seguridad energética, con consumidores asiáticos particularmente vulnerables. El desarrollo de Asia, una región en la que India releva a China como la fuente más grande de crecimiento del consumo, está liderando el centro de demanda para cada elemento importante del mix energético mundial en 2040: petróleo, gas, carbón, renovables y nuclear. Para 2040, las importaciones netas de petróleo de Chine serán casi cinco veces las de Estados Unidos, mientras que las de la India fácilmente excederán a las de la Unión Europea.
El informe también subraya que el mayor crecimiento de demanda energética de las últimas décadas está a punto de terminar. En general, la demanda energética mundial crecerá cerca de un tercio entre 2013 y 2040 en el escenario central de WEO-2015, con un crecimiento neto dirigido completamente por los países desarrollados.
Como un avance de la cumbre sobre clima COP21 de París, existen unas señales claras de que la transición energética está en progreso: las energías renovables contribuyeron casi a la mitad de la capacidad de generación de nuevas energías en el mundo en 2014 y se ha convertido ya en la segunda fuente de generación eléctrica (después del carbón).