La bodega Cellers Can Blau, situada en la comarca del Priorato en Tarragona, abastece su consumo eléctrico con una instalación fotovoltaica que produce 68 MWh/año, evita la emisión de 66 toneladas de CO2 eq/año y supone unos 15.000 euros de ahorro en consumo energético. De esta manera, el grupo Juan Gil, al que pertenece la bodega, confirma su apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia energética en los procesos productivos.
Las horas de sol en la zona, una radiación de 1.963,7 kWh/kWp anuales, favorecen el buen crecimiento de las viñas y la maduración de las uvas, posibilitando, además, una elevada producción fotovoltaica. La instalación fotovoltaica de Cellers Can Blau fue realizada por Immodo Rentasol (instaladora) y Konery (ingeniería), con paneles solares e inversores fotovoltaicos suministrados por Krannich y acumuladores por Daisa.
La instalación consta de un sistema FV híbrido con apoyo de grupos electrógenos, con 192 placas solares policristalinas Axitec 245P/156-60S, con una potencia total de 47 kWp. Estos paneles, sobre el suelo con una inclinación de 50º, producen 68 MWh al año.
Los inversores fotovoltaicos de SMA, 9 Sunny Island 8.0H y 2 Sunny Tripower 20TLEE, conectados a la Multicluster Box 12.3 y a 3 Sunny Remote Control por una Sunny WebBox, ofrecen una completa solución de monitorización para medir la producción y el consumo. Los 72 acumuladores solares de plomo-ácido 2V BAE 24 PVS 4560Ahcon C100h de 4090Ah completan la instalación que ocupa 312,36 m2.
La hibridación -producción fotovoltaica y generador diesel- permite el abastecimiento continuo que cubre totalmente la demanda energética de la bodega, incluso de noche o en días nublados. El consumo que podría superar los 11.000 kWh al mes, al ser atendido por fuentes renovables, supone un gasto económico mucho menor, con un ahorro en la factura de la luz de casi 15.000 euros anuales.