Sánchez Maldonado visita las instalaciones de Navantia en Puerto Real

El consejero de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado, visitó el pasado 15 de junio en las instalaciones de Navantia en Puerto Real (Cádiz) el proyecto para construir el parque eólico marino Wikinger de Iberdrola, que se ubicará en aguas alemanas del mar Báltico.

Durante la visita, Sánchez Maldonado ha conocido con detalle los avances de este gran proyecto de energías renovables, que entra en su fase final y que es el más avanzado de Iberdrola en la actualidad en el sector eólico marino. El titular de Empleo de la Junta ha estado acompañado por el delegado institucional de Iberdrola en Andalucía, Alfonso Calderón, la responsable de la oficina de Proyecto Wikinger, Patricia Salamanca, el director del astillero de Navantia Puerto Real, Pablo López, y el jefe del programa Wikinger, José Luis Viguera.

El parque, que requerirá una inversión de cerca de 1.400 millones de euros, se ubicará a unos 75 kilómetros de distancia de la costa alemana, donde la profundidad oscila entre 37 y 43 metros. Los 350 megavatios (MW) de Wikinger producirán, cuando entren en operación a mediados de 2017, suficiente energía como para cubrir las necesidades eléctricas de más de 350.000 hogares alemanes, evitando la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.

Ubicado frente a la isla alemana de Rugen, este parque va a ocupar un área de unos 34 kilómetros cuadrados, en los que Iberdrola tiene previsto instalar 70 aerogeneradores de 5 MW de la empresa Adwen, joint venture formada por Gamesa y la francesa Areva. Además, Wikinger va a contar con una gran subestación marina, que cuenta con un innovador diseño realizado por la filial de ingeniería y construcción del Grupo Iberdrola y cuya construcción de los principales elementos ha sido encargada a Navantia Puerto Real.

En este sentido, en Puerto Real se está realizando la fabricación de la subestación y su cimentación, que la fijará al suelo marino. El propósito de la subestación será recibir y transformar la electricidad generada a un voltaje necesario para exportarlo a la red eléctrica en tierra firme. Esta infraestructura medirá 60 metros de largo por 22 metros de ancho y estará formada por dos plataformas de más de 4.800 toneladas de peso. Estas irán situadas, a su vez, sobre un soporte anclado al fondo marino mediante seis pilotes, que tendrán más de 50 metros de altura y pesarán unas 2.400 toneladas.

La obra de Puerto Real se encuentra ya en su fase final, cumpliendo los plazos previstos y se prevé que el transporte de la subestación se realice en barco hasta Alemania a finales del próximo mes de julio. Este acuerdo ha servido para que la empresa española Navantia entre en un nuevo sector como el de la energía eólica marina, poniendo de relieve el papel de Iberdrola como tractor de otras compañías del país.

 
 
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