BP ha presentado recientemente los resultados del BP Statistical Review of World Energy 2016, el informe mundial sobre los mercados energéticos que elabora anualmente la compañía y que desvela que el consumo energético en España durante 2015 experimentó un cambio de tendencia, volviendo a la senda del crecimiento con un alza del 1,7%, frente a las caídas registradas desde 2008 (con la excepción del repunte registrado en 2010).
En concreto, el consumo energético fue de 134,4 millones de toneladas de petróleo equivalente, pero aún está lejos de recuperar el récord de 2007 donde se consumieron 158 millones de toneladas de petróleo equivalente.
En 2015, el mix energético quedó distribuido de la siguiente manera: petróleo (45%), gas natural (18,5%), carbón (10,7%), nuclear (9,6%), hidráulica (4,7%) y renovables (11,5%). Destaca que el petróleo, el gas natural y el carbón han ganado cuota en su aportación a la demanda, mientras que la energía nuclear, la hidroeléctrica y las renovables han perdido peso.
Al igual que en España, el consumo de energía primaria de la UE también dio un giro respecto a su tendencia bajista registrada en los últimos años. En 2014, el consumo se redujo un 3,9% mientras que en 2015 creció un 1,6%, lo que supone su mayor crecimiento desde 2010 y representa el 12,5% del consumo mundial de energía.
Las energías renovables para generar electricidad aumentaron en 17,7 millones de toneladas de petróleo equivalente en 2015, lo que supuso el mayor incremento de la historia en la UE. Entre ellas, hay que destacar la energía eólica, con un crecimiento de un 23,5% en 2015 y que representa el 52% de las renovables en la generación de electricidad.