El Gobierno de Canarias ha reducido en 1.863 toneladas las emisiones de CO2 producidas por el consumo energético de diversos edificios administrativos gracias a las medidas de eficiencia energética aplicadas en 2015, cuya puesta en marcha representa un ahorro de 400.000 euros sólo en los siete primeros meses de 2016.
Así lo ha dado a conocer el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, quien ha explicado que estos datos corresponden a los primeros resultados de los contratos de colaboración público-privada firmados por la Comunidad Autónoma para mejorar la eficiencia energética de ocho edificios administrativos.
Se trata de dos contratos por los que el Gobierno de Canarias cedió en 2014 a empresas del sector privado el mantenimiento y la gestión de los sistemas energéticos de ocho edificios de la administración autonómica por un periodo de 15 años, a cambio de que ejecutaran diversas inversiones de mejora que permitan alcanzar un ahorro energético mínimo del 21%.
Gracias a ellos y a las inversiones en eficiencia energética introducidas en 2015, sólo entre enero y julio de 2016 el consumo energético de ocho de los edificios de la Comunidad Autónoma se redujo en 2.401.058 kWh con respecto al año de referencia del contrato, lo que equivale al consumo anual de 734 familias.
Planta fotovoltaica sobre azotea de un edificio público
Pedro Ortega ofreció estos datos durante la presentación de la nueva planta fotovoltaica instalada recientemente en la azotea de Usos Múltiples III de Las Palmas de Gran Canaria dentro del conjunto de mejoras incorporadas al sistema de gestión energética de este edificio para propiciar un mayor ahorro.
La planta fotovoltaica del Edificio Múltiples III de Las Palmas de Gran Canaria es la primera de las cinco instalaciones de este tipo que está previsto implantar en los edificios de la administración pública con vistas a propiciar un mayor ahorro de consumo energético. Está integrada por un total de 86 placas y tiene capacidad para generar 20 kilovatios en máximo rendimiento, lo que permitiría reducir hasta un 5% del consumo energético de todo el edificio.