Las energías renovables, especialmente la eólica y la solar, junto al gas natural, son los grandes ganadores en la carrera por abastecer la creciente demanda de energía hasta 2040, según refleja la última edición del World Energy Outlook, informe elaborado por la Agencia Internacional de la Energía. En este nuevo modelo energético, las renovables son esenciales para garantizar la seguridad de suministro y mitigar los efectos del cambio climático.
Esta trasformación del modelo energético descrito en el informe conlleva también una evolución en materia de seguridad energética. En las próximas décadas, continuarán existiendo las ya tradicionales preocupaciones sobre la seguridad de suministro de los combustibles fósiles, situación que se verá reforzada con un descenso en las inversiones. Si dichas inversiones continúan bajando durante 2017, en pocos años se dará una situación de déficit de suministro. Aunque el WEO-2016 prevé que la inversión en petróleo y gas va a seguir siendo esencial para satisfacer la creciente demanda de energía, considera que el mayor uso de las energías renovables y de la eficiencia energética va a reducir la necesidad de importar petróleo y gas en muchos países.
La lucha contra el cambio climático exige el uso generalizado de las energías renovables
El informe considera que el Acuerdo de París es el mayor paso que se ha dado hasta ahora en la lucha contra el cambio climático, pero es necesario establecer objetivos climáticos mucho más ambiciosos y acelerar los pasos hacia la descarbonización y la mejora de la eficiencia energética. Las medidas propuestas hasta ahora tan sólo reducirán la velocidad a la que crecen las emisiones de efecto invernadero y son insuficientes para evitar los peores efectos del cambio climático, ya que sólo limitarían el aumento de las temperaturas globales medias a 2,7 ° C para el año 2100, lejos del objetivo de los 2 ° C.
El informe señala que el uso generalizado de las energías renovables en todos los sectores y la aplicación de medidas más estrictas para mejorar eficiencia energética pueden evitar los peores efectos del cambio climático.