Google ha anunciado que la energía consumida por todas sus oficinas y centros de datos de todo el mundo procederá de fuentes renovables a partir de 2017. El compromiso que esta compañía mantiene con las energías limpias se inició en el año 2010, cuando decidió invertir en el sector de las renovables con la compra de un parque eólico en Iowa (USA).
Según ha explicado Urs Holzle, vicepresidente de Infraestructura Técnica de Google, «en los últimos seis años, el coste de la energía eólica y solar fotovoltaica ha bajado un 60% y un 80%, respectivamente, por lo que ahora las renovables son una opción de bajo coste».
Hasta la fecha, el compromiso de Google con las energías renovables ha generado unas inversiones en infraestructuras de más de 3.500 millones de dólares en todo el mundo, dos tercios de los cuales se encuentran en Estados Unidos. En total, cuenta con 20 proyectos renovables que proporcionan riqueza a las comunidades y regiones donde están ubicados. Además, la compañía se ha convertido en uno de los mayores compradores corporativos de energía renovable a nivel mundial, con una demanda de 2,6 GW de energía que obtiene a través de sus propios proyectos de energía eólica y solar fotovoltaica.
Acceso universal a la energía limpia
Para Google, estas decisiones son tan sólo un primer paso en su compromiso medioambiental. La multinacional pretende seguir incrementando sus inversiones de manera directamente proporcional a su propio crecimiento empresarial. El objetivo es ubicar sus próximas infraestructuras renovables en aquellas regiones donde están ubicados sus centros de datos y donde su actividad empresarial es más intensa, diversificando el tipo de fuentes para asegurar que el origen de la energía consumida es 100% renovable, independientemente de las condiciones meteorológicas. El objetivo final es crear un mundo donde todos los habitantes tengan acceso a la energía verde.