La tecnología de energía eólica continúa evolucionando hacia palas de aerogeneradores más grandes, mayor generación eléctrica, torres más altas e incipiente crecimiento de la eólica offshore. Así lo recoge el nuevo informe del Centro Común de Investigación (conocido por JRC, de sus siglas en inglés), perteneciente a la Comisión Europea, titulado JRC Wind Energy Status Report – 2016 Edition que tal y como indica su nombre, analiza los datos clave sobre el desarrollo del mercado global, las tendencias tecnológicas y el apoyo de la UE a la energía eólica.
Según el informe, la Unión Europea continúa siendo líder con una capacidad instalada de 140 GW de energía eólica que suministra a la red, representando así la tercera parte de la capacidad total mundial que alcanzó los 430 GW, más del doble de hace cinco años. Por otro lado, debido a la rápida expansión en nuevas instalaciones, por primera vez, China ha superado la capacidad total de la Unión Europea, si bien no toda se encuentra conectada a la red eléctrica.
En 2015 se registró otra cifra record con la instalación de una capacidad de 65 MW de turbinas eólicas a nivel global, lo que supuso un incremento del 20% desde 2014. La Unión Europea ha ido añadiendo entre 10 y 13 GW de capacidad eólica anualmente desde 2010 y ha realizado nuevos avances en eólica marina, cuya capacidad instalada es probable que avance hasta 15 GW entre los próximos 4 y 6 años.
Eólica offshore y aerogeneradores
El mercado de la eólica marina todavía representa un pequeño porcentaje del despliegue eólico total. Las cifras muestran que entre 2010 y 2015 el porcentaje de la capacidad offshore instalada creció del 1% (3,8 GW) al 3% (12,2 GW) del total de las instalaciones eólicas. Desde 2010, el mercado eólico offshore mostró unos índices anuales de despliegue estables entre 0,9 y 2,8 GW.
La mayoría de los índices de despliegue europeos mostraron un incremento de alrededor del 29% desde 1,8 GW en 2014 a los 2,3 GW en 2015 como consecuencia del fuerte mercado offshore impulsado en Alemania en 2015. Además, la Unión Europea es líder global en capacidad eólica marina con cerca del 90% de nuevos proyectos terminados en el mundo, con Reino Unido, Alemania y Dinamarca a la cabeza. En cuanto a la energía eólica terrestre, la tasa de crecimiento de la Unión Europea se queda en un 10% anual, en torno a la media global: entre un 16 y 9%.
Las tendencias tecnológicas globales favorecen palas de aerogeneradores más grandes, mayor generación eléctrica y torres más altas, lo que permite un nuevo tipo de turbina eólica terrestre para emplear la energía incluso en áreas con velocidades del viento entre medias y bajas. Las aspas del rotor de las turbinas eólicas tienen ahora una media de 100 metros diámetro, un 45% más que hace diez años, significando considerablemente más producción de energía. Similarmente, las turbinas continúan creciendo en altura, llegando a los 85 metros de media y a veces incluso hasta 100 metros. Las nuevas tendencias en energía eólica offshore muestran que las nuevas instalaciones son cada vez más grandes cuanto más se alejan de la costa y se instalan en aguas más profundas.
Apoyo dispar a la eólica en la UE
Un número de Estados Miembro de la Unión Europea ha avanzado de esquemas determinados administrativamente a procesos competitivos (lo que significa que la asignación del apoyo del Estado se basa en las licitaciones presentadas en un proceso de licitación competitiva y de acuerdo con normas de adjudicación transparente) siguiendo los requisitos de las Directrices sobre ayudas estatales para la protección del medioambiente y la energía (EEAG) 2014-2020.
Desde julio de 2016, nueve Estados Miembros de la Unión Europea tuvieron sistemas de apoyo competitivos basados en licitaciones en vigor para nuevas instalaciones de energía eólica onshore y siete otros países para instalaciones offshore. Sin embargo, solo tres países de la UE ofrecieron un suministro premium basado en la oferta, particularmente Croacia (onshore), Holanda (on y offshore) y Dinamarca (offshore). Los cambios regulatorios se encuentran en proceso o desarrollo en Alemania, Hungría, Irlanda, Eslovaquia, Finlandia y Lituania.