El sistema de incentivos basado en primas tiene un impacto muy significativo en el desarrollo de la energía eólica y es recomendable potenciar esta política para poder alcanzar los objetivos sobre producción y consumo de energías limpias marcados para los próximos años. Es la conclusión de un estudio realizado por investigadoras de las universidades de León, La Coruña y Oporto que ha sido publicado en la revista científica Renewable Energy.
Los objetivos establecidos en la Estrategia Europea 2020 indica que el 20% del consumo de energía final en la Unión Europea debe ser de energía renovable y una cuota del 30% en cuanto a las tecnologías de producción para 2030. Para alcanzarlos, los estados miembros tienen que implementar políticas de promoción de estas energías y hacerlas competitivas. Pueden hacerlo a través de un sistema de primas o un sistema de cuotas.
Sistema de primas frente a cuotas para la energía eólica
Mediante primas, los productores reciben su retribución en base al precio del mercado mayorista de electricidad más un incentivo o bien una retribución basada en un precio por kilovatios por hora (kW/h) establecido de forma previa. A través de cuotas, se obliga a productores, distribuidores o consumidores a mantener una cuota específica de energía renovable en su consumo. Los productores de esta energía reciben un determinado número de certificados verdes establecidos de forma previa por el Gobierno, que pueden ser negociados en el mercado.
El objetivo de la investigación se centró en proporcionar evidencias empíricas sobre ambas políticas en el caso de la energía eólica, según declaró la investigadora de la Universidad de León, Laura Cabeza. Las investigadoras utilizaron técnicas estadísticas para saber si estos sistemas han mejorado la capacidad de generación eólica y cuál ha dado mejores resultados.
Tras analizar los datos de la Unión Europea, concluyeron que las políticas de primas, teniendo en cuenta elementos como la duración del contrato o el importe de las mismas, «tienen impactos significativos en términos de capacidad eólica instalada» y concluyen que la Unión Europea debería potenciar el uso de este sistema en el desarrollo de la energía eólica, ya que, según declararon las investigadoras a la Agencia DICYT, «parece ser el sistema más adecuado para conseguir los objetivos establecidos en la Estrategia Europea 2020 y 2030”. No obstante, en el caso del sistema de certificados verdes negociables podría incrementarse la confianza del inversor a través del desarrollo de “un marco regulatorio con menor riesgo”.