Ignacio Madrid, experto en tecnología e innovación en el sector energético, es autor del capítulo sobre nuevos modelos energéticos, del libro “Blockchain: la revolución industrial de Internet”. En esta entrevista expone lo que puede aportar la tecnología Blockchain para las soluciones de las Redes eléctricas Inteligentes, permitiendo, entre otras ventajas, un modelo energético más descentralizado.
SMARTGRIDSINFO: Existe una tendencia de modernización de la red eléctrica para hacerla más inteligente, ¿cómo ve la situación actual de la Generación, Transporte, Distribución y Consumo de la Electricidad en España y su evolución hacía las Redes Eléctricas Inteligentes o Smart Grids?
Ignacio Madrid: El sector energético está experimentando una profunda transformación derivada de la confluencia de dos grandes revoluciones. Por una parte la digital que está afectando a todos los sectores y que viene impulsada por la llegada de nuevas tecnologías como el Big Data, el Internet of Things, el Cloud, la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, los Robots o los Drones o las Impresoras 3D. Y, por otra parte, una revolución específica del sector energético con la aparición de nuevas tecnologías de generación con eficiencias suficientes para competir con las tecnologías tradicionales, nuevas tecnologías de almacenamiento asequibles bien de litio, de estaño o volantes de inercia o bien los nuevos materiales o nanomateriales con propiedades cuyo impacto tanto en generación transporte como distribución está aún por determinar.
Esta confluencia de ambas revoluciones permite redefinir el modelo energético por completo, pero dependiendo de la madurez del sistema existente en cada geografía, el impacto tendrá mayor o menor grado de disrupción. En los entornos de países en vías de desarrollo, sin apenas infraestructura, aparecen sistemas descentralizados pero conectados con altos niveles de inteligencia en todos los bloques de la cadena de valor (generación, distribución y consumo), por otro lado en los entornos donde el desarrollo de los sistemas eléctricos se llevó a cabo entre los años 50 y los 80, el grado de disrupción es más bajo en el corto plazo.
Con la llegada de la digitalización, el foco de los propietarios de las infraestructuras, ya sea generación, transporte o distribución, está en la búsqueda de eficiencias y la reducción de costes de mantenimiento, la monitorización de los activos, el mantenimiento predictivo, la optimización de las fuerzas de campo, la previsión de la demanda o de la generación, la gestión de las operaciones propias del negocio, la reducción de tiempos de gestión o la de los costes administrativos. En este horizonte cero están trabajando, de una manera o de otra, la inmensa mayoría de las empresas del sector. Como los números salen, la llegada de las redes inteligentes poco a poco será una realidad.
Pero no hay que perder de vista la segunda revolución. La que permite reinventar el modelo energético por completo y que está derivada de esas nuevas tecnologías de generación renovable a cualquier escala, el almacenamiento de energía y su inyección de flexibilidad al sistema o la participación de los consumidores de manera activa en el mercado energético gestionando cómo y cuándo consumen o dejen de hacerlo. Miles de nuevos participantes en el mercado que permiten alcanzar niveles de eficiencia nunca antes imaginados para el sistema eléctrico. Para poder sacar todo el jugo a este nuevo modelo energético, las redes inteligentes, la gestión de las comunicaciones de manera adecuada y la información en tiempo real y de manera segura son la clave del éxito del mismo. En este horizonte uno, más allá de las eficiencias derivadas de la digitalización y donde está la verdadera transformación, también se están posicionando grandes jugadores y ya hay ejemplos en mercados no tan lejanos al español.
SMARTGRIDSINFO: La tecnología Blockchain permite transmitir y registrar información digital de una manera segura y rápida. Una de las características es la descentralización, componiendo una red de datos distribuidos en diferentes estructuras con formato de bloques. Blockchain puede aplicarse en diferentes sectores, como el energético, como bien hace referencia en el capítulo dedicado a este sector del libro Blockchain: la revolución industrial de Internet. ¿Qué puede aportar la tecnología Blockchain para las soluciones de Redes Eléctricas Inteligentes?
Ignacio Madrid: Diría que Blockchain es la única tecnología que permite la gestión de un modelo energético descentralizado, donde operan tecnologías tan diferentes como los grandes generadores, los pequeños distribuidos, los autoconsumidores, los almacenadores a cualquier escala (desde las baterías ubicadas en líneas de evacuación de grandes parques eólicos, las situadas en las subestaciones para controlar los picos de consumo o las instaladas en las propias viviendas o industrias consumidoras) o los gestores de la demanda que operan con MW (Megavatios) de flexibilidad. Hablamos de un nuevo mercado donde el número de interlocutores se multiplicará por cientos de miles y donde el modelo tradicional de trading y liquidación no es escalable ni realista.
Actualmente, con un número reducido de agentes operando en el mercado eléctrico contando con empresas de transporte, distribución, generación y trading, el tiempo necesario para la liquidación definitiva de la energía para un día concreto es cercano a los nueve meses. En un contexto donde el número de generadores distribuidos, almacenadores y gestores de la demanda se multiplica, el número de operaciones lo hará en la misma proporción y es inviable su gestión con el modelo tradicional tan intensivo en operaciones de backoffice, liquidaciones temporales y reclamaciones manuales.
El Blockchain no es el único responsable de la evolución de este modelo de gestión ya que sin información sobre los flujos de energía a nivel generación, transporte, distribución o consumo no se podría de ninguna manera implantar modelos de trading basados en Smart Contracts, que son la piedra angular de este modelo de mercado basado en Blockchain, por lo que nuevamente, la llegada de estas redes inteligentes es imprescindible para el desarrollo óptimo de este nuevo modelo.
Fuera de la propia operativa del sector, y pensando en esa redefinición del modelo energético es interesante plantearse algunos dogmas del sector como el que impone que los contratos energéticos tienen que estar vinculados al contador ubicado en tu casa o empresa y no al cliente que hace uso de esa electricidad. Este dogma surge de una simplificación necesaria para el correcto funcionamiento de un modelo energético definido hace más de 20 años, pero hoy en día, gracias a las redes inteligentes y a la identidad digital de cualquier consumidor, podríamos lanzar el concepto de energía móvil y vincular el consumo con el consumidor y no con el dueño de la infraestructura de carga. Este concepto es clave en un contexto de crecimiento relevante de los vehículos eléctricos, donde pasamos de cargar un móvil en la habitación del hotel a cargar un coche cuya capacidad en batería es equivalente al consumo de una semana de un hogar medio en España.
SMARTGRIDSINFO: En su opinión, ¿cómo va a evolucionar la flexibilidad en la gestión de la demanda, la generación distribuida y el autoconsumo en un futuro próximo?
Ignacio Madrid: España es un país con sobrecapacidad y es habitual pensar que la flexibilidad no es un tema que pueda ser relevante para nosotros. La llegada de las redes inteligentes trae la posibilidad de gestionar de manera local las redes y el resto de activos del sistema. Que haya mucha capacidad de generación no soluciona congestiones en puntos concretos de las redes de distribución (ni a veces de transporte). Una red de distribución dinámica como la que tenemos, si la dotamos de mayor flexibilidad, el nivel de eficiencias que se puede alcanzar es más que relevante evitando inversiones en infraestructura y apostando por la integración de los activos de los consumidores o almacenadores en la ecuación (para esto debería cambiar el modelo de retribución para las empresas distribuidoras, ya que actualmente se incentiva más la inversión en cable que la búsqueda de eficiencias de este estilo y no se consideran las baterías activos regulados por lo que no se les reconoce de ninguna manera dicha inversión).
La llegada del IoT a cada vez más edificios y equipos consumidores permite utilizarlos de manera óptima y la variable del mercado de la flexibilidad puede entrar a formar parte de la ecuación para esa optimización global de las instalaciones. La razón fundamental de la instalación de equipos conectados no es ni mucho menos la existencia de mercados de flexibilidad, pero una vez hecha la inversión para la gestión remota, monitorización o la optimización de su operación, la conexión con mercados de flexibilidad puede ser bastante directa. Existen ya compañías en otros mercados como Enernoc que son líderes indiscutibles en agregación de flexibilidad a gran escala y nuevas empresas como Ohmconnect que buscan agregar flexibilidad de los hogares a base de subir o bajar 2 grados de temperatura en el control del aire acondicionado durante un tiempo limitado. Al ser un modelo de agregación donde la suma de muchos permite la negociación en el mercado, la gestión de cada individuo es clave y existen iniciativas basadas en Blockchain para garantizar que se actúa de manera transparente. Uno de los casos más cercanos es Ponton, en Alemania y su iniciativa dentro del proyecto NEW 4.0.
La tendencia mundial del autoconsumo desde luego llegará a España y todas las grandes eléctricas con mayor o menor inversión mediática y con modelos más o menos innovadores, ya lo están ofreciendo. En España los números salen tanto para casas como para industrias siempre que tus hábitos de consumo estén alineados con las horas de sol. El driver fundamental de los clientes es la gestión de la incertidumbre de los precios y, aunque bloqueen el 20 o el 30% de su coste variable, ya es relevante para su gestión financiera. Además es de los pocos productos donde la rentabilidad depende de uno mismo, optimizando la instalación cambiando si fuera necesario la forma de consumir de acuerdo a la disponibilidad de energía solar (sabiendo que en todo momento cuentas con el respaldo de la red). Cada vez hay más autoconsumidores en España y esto es sólo el comienzo.
SMARTGRIDSINFO: En este contexto, ¿cómo puede afectar Blockchain a la implantación de Energías Renovables?
Ignacio Madrid: La creación de nuevos mercados donde los pequeños generadores y autoconsumidores puedan operar con sus excedentes, bien en mercados locales o globales, aportaría nuevas formas de rentabilizar las inversiones y por tanto aceleraría la implementación de estas instalaciones. Como decíamos al principio Blockchain es la única alternativa viable desde un punto de vista operativo y económico sobre la que construir estos nuevos mercados. De hecho el primer proyecto en el sector energético relacionado con Blockchain trata de solucionar esto. Es el caso de LO3 en Brooklyn donde participa Siemens y que está pilotando un modelo de gestión local de la red de distribución donde existe un mercado de excedentes basado en Smart Contracts entre los vecinos de un barrio conectados a la misma red.
Antes de la llegada de Blockchain ya existían plataformas peer to peer para intercambio de energía entre pequeños generadores locales como Powerpeers, secundada en los Países Bajos por la eléctrica Vattenfall, pero es ahora cuando están integrando Blockchain cuando podrán escalar y ofrecer soluciones seguras y transparentes. En países en vías de desarrollo existen iniciativas basadas en Blockchain como es el caso de Bankymoon que instala casetas de obra equipadas con paneles solares y baterías donde los usuarios pueden recargar sus móviles o baterías y los pagos de la energía están basados en tecnología Blockchain.
SMARTGRIDSINFO: Finalmente, ¿cómo cree que será la electrificación en el futuro?
Ignacio Madrid: Con todas las políticas que buscan favorecer la reducción del CO2 contrarrestar el incremento de la temperatura de la Tierra, el futuro será renovable. En ese escenario de generación renovable tiene todo el sentido desde un punto de vista ambiental la electrificación del mayor número de equipos consumidores de energía. Los grandes consumos de energía son por una parte los relacionados con el transporte; tanto terrestres como aéreo y marino y por otra parte la calefacción. Estos serán los dos focos principales de la electrificación.
Los analistas estiman que en 2040 la demanda de energía eléctrica aumentará en un 30% debido fundamentalmente a la electrificación del transporte gracias al impulso de la movilidad eléctrica como alternativa real a los combustibles fósiles. Para el año 2040, los coches eléctricos necesitarán 1.900 TWh (Teravatio-hora) de electricidad, de acuerdo con la Bloomberg New Energy Finance (BNEF). Eso es equivalente a 10 por ciento de la electricidad producida el año pasado en todo el mundo; por otro lado, la electrificación de los sistemas de calefacción, que supondrán un aumento de casi un 8% de la demanda eléctrica. Por tanto, cada vez serán más los activos conectados al sistema eléctrico y cada vez más importante su gestión. El facilitador de esta transición no será otro que la Blockchain.