Un informe recientemente publicado por el Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL, de sus siglas en inglés) encargado y respaldado por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) examina los parques eólicos del futuro y determina que los avances en ciencia energética y la innovación tecnológica podrían reducir el coste de la energía eólica a la mitad para 2030, haciéndola completamente competitiva con otras fuentes energéticas, como el gas natural.
De acuerdo con NREL, la planta eólica del futuro utilizará una colección de tecnologías que permite a las plantas de energía eólica y a las turbinas dentro de ellas no solo responder al ambiente como un sistema eficiente e integrado, si no también controlar el flujo de aire de la planta para maximizar la producción de energía.
Optimizar eficiencia a nivel de planta
Este enfoque ha sido posible gracias a recientes avances en tecnología de supercomputación, que convierte grandes sets de datos ambientales y de operación de turbina eólica en un modelo de alta fidelidad. La industria puede entonces utilizar estos conocimientos científicos dirigidos por el Gobierno para diseñar nuevos componentes, sensores y controladores de turbinas eólicas.
Este estudio forma parte de la iniciativa Atmosphere to Electrons (Atmósfera a Electrones) del DOE, que se centra en maximizar eficiencias a nivel de planta (por ejemplo, cómo las turbinas eólicas interactúan unas con otras y con el entorno) en vez de tratar cada turbina eólica como una unidad individual. El siguiente paso para el DOE es aplicar informática de alto rendimiento a este reto con el fin de comprender mejor los complejos físicos que controlan la generación eléctrica mediante plantas eólicas.