Garantizar la calidad de las instalaciones fotovoltaicas asegura la confianza de inversores, responsables políticos y consumidores y genera un mercado fuerte. Es la conclusión del informe «The role of quality infraestructure» elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y presentado en el Foro de Cooperación Regional ‘Desarrollo de infraestructuras de calidad para la generación de energía fotovoltaica’ de Santiago de Chile.
El informe describe cómo una infraestructura de calidad puede soportar el crecimiento en la capacidad fotovoltaica. Una tendencia que se mantendrá en los próximos años en los mercados de América Latina, Oriente Medio, África del Norte y Asia meridional. IRENA considera que para 2030 la capacidad instalada total de PV podría oscilar entre 1.760 gigawatts (GW) y 2.500 GW.
Calidad para la expansión de la energía fotovoltaica
«La implementación de infraestructura de calidad puede permitir una ruta efectiva para alcanzar los objetivos de las políticas de energía renovable, ya que tiene un impacto positivo en cada una de las etapas del ciclo de vida de la tecnología», declaró Adnan Z. Amin, director general de IRENA, quien explicó que el informe que presentaba la institución muestra que «los beneficios de proporcionar servicios e infraestructuras de calidad se traducen en ingresos adicionales sustanciales para los mercados de energía fotovoltaica y son esenciales para la expansión continua de las energías renovables en la región y más allá».
El Foro en el que fue presentado el informe, se centró en involucrar a los responsables políticos y reguladores en la región de América Latina y el Caribe en el desarrollo e implementación de infraestructura de calidad para sistemas solares fotovoltaicos. El foro atrajo representantes de ministerios y organismos técnicos de trece países de la región.