Indra ha desarrollado la plataforma de control de red más avanzada del mercado para facilitar una operación dinámica, proactiva, distribuida e inteligente de las redes eléctricas. Active Grid Management (AGM) abre la puerta al consumidor para gestionar su autoconsumo y participar activamente en nuevos modelos de negocio que mejoren la fiabilidad, eficiencia y sostenibilidad del sistema eléctrico.
Según datos obtenidos a partir de varios proyectos piloto que está desarrollando la compañía en distintos países, AGM permitiría disminuir las pérdidas de energía en la red de distribución entre un 10% y un 20% y mejorar la calidad del suministro alcanzando reducciones superiores al 10% en el número de incidencias y en el tiempo de restablecimiento del servicio.
Su implantación facilitará a las compañías energéticas establecer esquemas de gestión de demanda y servicios de regulación agregando los puntos de consumo en lo que se denominan VPPs (Virtual Power Plants), un nuevo concepto de gestión energética que entrelaza diferentes pequeñas fuentes de energía, sobre todo renovables, gestionadas desde un único sistema de control. Esto permitirá la reducción de los costes de generación y transporte (dependiendo del mercado podrían alcanzar el 10%) y la integración de energía renovable y otros recursos energéticos distribuidos en la red de media y baja tensión.
La compañía acaba de presentar la solución en la European Utility Week, la cumbre europea dedicada a los servicios públicos de agua, electricidad y gas, que se celebra en Amsterdam desde el martes, día 3 de octubre, hasta el próximo jueves, y congregará a más de 450 compañías de todo el mundo. “La tecnología de Indra crea un marco directo para trasferir de forma sencilla los beneficios aportados al sistema eléctrico al consumidor final, que verá cómo su factura mensual se reduce y la calidad y fiabilidad del suministro aumenta, contribuyendo así a la sostenibilidad del sistema”, explica Juan Prieto, gerente de Control y Modelización de Energía en Indra.
AGM forma parte de InGRID, el sistema integrado de gestión de las redes de distribución de Indra, y facilita la monitorización y control directo con una visión integral de las redes de media y baja tensión así como la integración eficiente de los sistemas de autoconsumo de los clientes y los recursos energéticos distribuidos, como la generación renovable, almacenamiento de energía, plantas de generación virtuales o vehículo eléctrico. Permite así que generadores, operadores y consumidores intercambien servicios en tiempo real, de forma que se equilibre automáticamente la generación y la demanda de manera más eficiente, reduciendo los costes generales del sistema eléctrico y mejorando su fiabilidad.
“Las tecnologías de control actuales basadas en modelos de control centralizados en tiempo real, como es el caso de los SCADAS, son adecuadas para monitorizar los equipos de mayor tamaño, como las subestaciones primarias, pero se enfrentan a muchas más dificultades en otros escenarios, como cuando se intenta extender el control a niveles inferiores en la red, y todavía aún más en el caso del cliente final, debido al gran volumen de información que es necesario gestionar”, explica Juan Prieto.
AGM, al igual que el sistema nervioso de un ser humano, es capaz de evaluar los riesgos de operación directamente en campo, reaccionando automáticamente para evitar daños sin necesidad de esperar a un análisis central y las órdenes posteriores. La extensión de las actividades de monitorización y control desde los centros de mando a los activos de la red (subestaciones primarias y secundarias y consumidores) permite el procesamiento y análisis de los datos, enviando únicamente al operador la información valiosa -comocomo averías o incidencias que has sucedido o sucederán a corto plazo- para asegurar la coordinación eficiente de todos los recursos sin obstaculizar el análisis simultáneo de millones de señales.
Tecnología IoT para mejorar la fiabilidad y la eficiencia
La plataforma de gestión de red de Indra combina tecnologías Internet of Things (IoT) y de gestión distribuida para crear un ecosistema donde clientes, generadores, comercializadores y operadores puedan interactuar de forma abierta y automática.
La inteligencia distribuida permite al cliente final automatizar los criterios de gestión de sus consumos y generación de forma coordinada con el resto de operadores a través de servicios y precios de mercado. Esta misma inteligencia distribuida facilita la reacción automática de la red ante riesgos como interrupción del servicio o desequilibrios entre la oferta y la demanda así como coordinar la respuesta con los clientes finales conectados y los operadores. Por su parte, la aplicación de tecnologías IoT permite a los operadores y comercializadoras intercambiar información y peticiones de actuación en tiempo real con millones de dispositivos y a los clientes realizar una operación más fiable y eficiente.
Active Grid Management se integra con InGRID, el sistema de gestión de las redes de distribución de Indra, que ofrece un moderno modelo de control y explotación incorporando el concepto de las Smart Grids a los procesos de operación de la red. Asimismo, incluye otros sistemas desarrollados por la compañía para la gestión energética de la red, como las soluciones de gestión energética en clientes industriales y domésticos, así como las nuevas plataformas para la gestión directa de intercambios energéticos entre clientes y comercializadoras.
Primeras experiencias de éxito
Indra está desarrollando los pilotos de la plataforma en Europa, Latinoamérica, Asia y Oceanía. Esta solución ya está monitorizando los niveles de media y baja tensión de la red de Irlanda y Filipinas y facilitando la gestión directa de edificios, paneles solares y baterías en el campus de la Universidad de Monas (Australia).
Asimismo, la compañía de consultoría y tecnología, forma parte del consorcio de SENSIBLE (Storage Entablad SustaInable Energy for BuiLdings and communities), un proyecto de innovación cuyo objetivo es la integración de diferentes tecnologías de almacenamiento de energía en redes eléctricas locales así como en hogares y edificios para aumentar la autosuficiencia, la calidad del suministro y la estabilidad de la red con el fin de crear modelos de negocio sostenibles para la generación y almacenamiento de energía. En la actualidad, se están desarrollando pilotos en Évora (Portugal), Nottingham (Reino Unido) y Nuremberg (Alemania).