Iberdrola Distribución ha superado la cifra de 10 millones de contadores digitales instalados y la infraestructura que los soporta adaptada a red inteligente, lo que supone que la compañía ya ha modernizado el 95% de su parque de contadores en España.
Además, Iberdrola ha adaptado alrededor de 67.000 centros de transformación distribuidos por toda la geografía española, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.
El proyecto STAR (Sistema de Telegestión y Automatización de la Red) es una iniciativa de la compañía que complementa la obligación legal del cambio de contadores -con un potencia igual o inferior a 15 kilovatios y que en el caso de Iberdrola asciende a 10,6 millones de equipos- con una modernización y digitalización de la red eléctrica, que prepara esta infraestructura crítica para los servicios que requieran los clientes en el futuro.
App móvil
Los clientes de Iberdrola pueden consultar por medio de una App móvil o a través de la página web sus curvas de consumo diario, semanal y mensual, así como la demanda de potencia máxima, entre otros muchos datos. Esta información permite conocer la forma en la que se distribuye el consumo de energía eléctrica y hacer un uso eficiente del mismo, así como decidir el tipo de tarifa que se adapta mejor a cada perfil. La telegestión permite realizar con inmediatez y de forma remota los servicios que el cliente requiera, tales como cambios de potencia contratada, lecturas puntuales del contador, tramitación de las altas o bajas de los contratos, etcétera.
La adaptación a red inteligente posibilita a Iberdrola monitorizar y actuar a distancia y de forma automática sobre la red eléctrica, con lo que puede adelantarse a posibles incidentes y mejorar la calidad de servicio a los clientes. La información disponible permite operar la red eléctrica de distribución de forma más eficiente, reduciendo las pérdidas y de manera más segura.
La empresa emplea estándares internacionales y robustos algoritmos de cifrados de máxima seguridad que garantizan la autenticación, confidencialidad y privacidad de cada uno de sus equipos digitales mediante identificaciones únicas de usuario y contraseña. Además, los contadores digitales emplean claves criptográficas de alta seguridad, de acuerdo a los estándares establecidos internacionalmente en el sector y que permiten que los paquetes de datos salgan cifrados y autenticados.
La digitalización de la red -disponer de una infraestructura que transporta electricidad y datos- facilita la integración de la energía renovable distribuida, la gestión de una red que cada vez va a ser más activa y la futura integración masiva de los vehículos eléctricos. Adicionalmente, la información recibida sobre el estado de funcionamiento de la red permite optimizar las inversiones necesarias, mejorar las labores de mantenimiento y, en definitiva, contribuir a ganar eficiencias en la actividad.
El proyecto STAR, que supondrá una inversión global por parte de la compañía en nuestro país superior a los 2.000 millones de euros, finalizará oficialmente en el año 2018 e implicará la sustitución por parte de Iberdrola de más de 10,6 millones de contadores y la adaptación de unos 80.000 centros de transformación.