Iberdrola ha instalado los 70 aerogeneradores del parque eólico marino Wikinger, infraestructura renovable que la empresa desarrolla en aguas alemanas del mar Báltico.
Con la instalación de las turbinas de este gran proyecto, Iberdrola entra en la fase final de desarrollo de esta infraestructura, una vez completada la instalación de los jackets o cimentaciones de la subestación marina y del cable interior del parque para conectar los aerogeneradores con la subestación.
50Hertz, operador del sistema alemán y responsable de la conexión de los parques eólicos hasta tierra firme, está realizando en estos momentos los trabajos finales de tendido de cables y las últimas pruebas técnicas para poder transportar la electricidad de Wikinger de forma fiable a los centros de consumo.
Iberdrola, el fabricante de los aerogeneradores, Adwen y el contratista principal, Fred. Olsen Windcarrier, han cumplido con los exigentes plazos previstos para la construcción de Wikinger, superando los retos tecnológicos que presenta una obra de ingeniería de esta envergadura y las dificultades derivadas de unas condiciones meteorológicas extremas durante los meses de invierno.
La aplicación de la exigente política de seguridad laboral desarrollada en el proyecto Wikinger, objetivo prioritario para Iberdrola, ha permitido que todos los trabajos de construcción del parque eólico se hayan realizado sin accidentes.
A partir de ahora, Iberdrola trasladará la base de operaciones de su proyecto Wikinger al edificio construido para la operación y el mantenimiento en el puerto de Sassnitz.
Un proyecto emblemático para Iberdrola
El parque eólico marino Wikinger reúne los principales ejes de la estrategia de Iberdrola: fuerte apuesta inversora por el desarrollo de las energías renovables; compromiso con la reducción de emisiones; innovación tecnológica, crecimiento internacional; apertura de nuevos negocios y mercados a sus proveedores e importante efecto tractor: se han creado 2.000 empleos destinados a la construcción en el puerto de Mukran y en las fábricas donde se han construido todos sus componentes, tanto en Alemania como en España.
Con una inversión cercana a los 1.400 millones de euros, Wikinger dispondrá de una capacidad de 350 megavatios (MW) de energía limpia y evitará la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
La instalación, ubicada frente a la costa noreste de la isla alemana Rügen, será capaz de abastecer a 350.000 hogares alemanes, cuyo consumo representa más del 20% de la demanda de energía del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde está situado el parque.
Las turbinas, estructuras de última generación fabricadas por la empresa Adwen (Grupo Gamesa) en sus plantas de Bremerhaven y Stade (Alemania), tienen 5 MW de potencia unitaria y son del modelo AD 5-135.
Se trata de los aerogeneradores de mayor potencia y dimensiones que la empresa ha instalado en su historia. Están formados por una nacelle[1] de 222 toneladas de peso, un rotor de 135 metros (m) de diámetro cuyas palas tienen 77,5 metros de longitud cada una y una torre de 75 metros de altura.
Adwen está progresando con la puesta en marcha de las turbinas, las cuales quedarán en funcionamiento en ‘modo isla’ (sin evacuación de energía), a la espera de la llegada de la conexión a red a la mayor brevedad.
Fred. Olsen Windcarrier ha sido la encargada del transporte y la instalación de las turbinas, utilizando su embarcación de instalación autopropulsada Brave Tern. Global Wind Service, empresa contratada por Fred. Olsen, ha proporcionado 40 técnicos de instalación para el proyecto, junto a otros 100 empleados más para el control de calidad y los ajustes finales del servicio.