Un estudio de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) dibuja un escenario por el que se alcanzaría el 100% de la descarbonización del sistema eléctrico en España para 2040. Además, el mix eléctrico español alcanzaría un 40% de cobertura de la demanda con renovables en 2020, un 62% en 2030, un 92% en 2040 y un 100% para 2050.
Son resultados del análisis “Elementos necesarios para la transición energética. Propuestas para el sector eléctrico” que toma como referencia el escenario planteado por la Comisión Europea a partir del modelo PRIMES en el horizonte 2030, el cual asume un crecimiento muy moderado de la demanda eléctrica. AEE ha establecido objetivos de electrificación y descarbonización más ambiciosos de cara al cumplimiento del objetivo del Acuerdo de París de alcanzar por lo menos un 80-95% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050.
Incremento de la potencia instalada
Como resultado del análisis, para el sector eólico español representado en AEE, la potencia eólica instalada en 2020 alcanzaría los 28.000 MW (teniendo en cuenta las subastas de nueva potencia ya adjudicadas en 2016 y 2017 y el cupo eólico canario), por lo que la potencia eólica aumentaría en 1.700 MW anuales de media entre finales de 2017 y principios de 2020. Mientras que en la década siguiente aumentaría en 1.200 MW al año de media hasta 2030, alcanzándose los 40.000 MW de potencia instalada.
Los 17.000 MW adicionales de eólica a 2030 planteados en el escenario de AEE son fundamentales para cubrir la salida de plantas de generación basadas en combustibles fósiles del sistema y la cobertura del aumento de demanda por mayor actividad económica y electrificación del transporte. A todo ello, será necesario contar con la necesaria repotenciación en base al envejecimiento del parque eólico español.
La eólica suministrará más del 30% de la energía eléctrica en 2030
«El sector eólico está preparado y es competitivo para aportar al sistema la capacidad eólica requerida para alcanzar los objetivos de descarbonización, suministrando más de un 30% de la energía eléctrica en 2030. En base al escenario desarrollado por AEE, la potencia instalada en 2020 debería ser de 28.000 MW y para 2030 sería de 40.000 MW. Para el año 2050, la potencia eólica instalada sería de 60.000 MW”, señala el director general de AEE, Juan Virgilio Márquez.
Para llevar a cabo la instalación de la nueva potencia eólica que plantea el escenario AEE es necesario contar con sencillez, estabilidad y seguridad en la regulación, y una mayor adecuación de las reglas del mercado a un sistema en el que los costes fijos de las inversiones van a prevalecer frente al coste variable.
“El modelo energético actual es incompatible con los objetivos que nos hemos trazado en Europa. La planificación energética del nuevo modelo debe formularse a largo plazo con visibilidad y coordinación de las políticas transversales. Además, el mercado tiene que dar señales de inversión adecuadas y el marco fiscal debe ser el correcto. La gobernanza del proceso es clave y debe ser objetiva e independiente», consideró Márquez.
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha hecho llegar recientemente al Comité de Expertos para la Transición Energética este estudio. El objetivo de AEE es hacer una propuesta concreta y realista sobre la aportación de la energía eólica en 2020, 2030 y 2050. La transición energética lleva aparejada la necesidad de una planificación a largo plazo y una serie de retos para su cumplimiento.
Propuestas del estudio
El estudio propone diferentes medidas a tomar en varios ámbitos que afectan directamente al sector:
Marco regulatorio y planificación
- Definir objetivos vinculantes a 2030 para el sector eléctrico y para el resto de sectores, que permita una senda progresiva (2031-2050) de consecución del objetivo de un 80-95% de reducción de emisiones de CO2 para 2050.
- Permitir la competitividad de la electricidad como vector de descarbonización reflejando su coste real mediante la eliminación en la factura eléctrica de los costes ajenos al suministro.
- Establecer un marco estable para la instalación de energía renovable: mecanismos estables de retribución, una senda de implantación y un calendario de subastas. Incidir en la no revisión de los parámetros retributivos, en particular de la tasa de rentabilidad razonable. Se requieren políticas que hagan los cashflows futuros predecibles, como los contratos de adquisición de energía a largo plazo (PPAs en su acrónimo en inglés) para poder disminuir el riesgo y la tasa de retorno previsto, que redundará en menores precios para el consumidor.
- Facilitar las inversiones en interconexión para asegurar la penetración de las renovables y la posibilidad de exportar excedentes.
Fiscalidad
- Establecer una fiscalidad medioambiental que dé señales a los inversores para invertir en tecnologías limpias y eficiencia energética basada en el concepto de que “quien contamina paga”.
- Eliminar la fiscalidad puramente recaudatoria sobre las energías renovables, como los cánones autonómicos a renovables y el impuesto del 7% a la generación eléctrica.
Desarrollo Tecnológico
- Aprobar un Plan Nacional de Electrificación, que abarque todos los sectores, principalmente al transporte.
- Establecer un marco regulatorio que promueva la incorporación del almacenamiento y acompañamiento financiero hasta lograr costes asequibles.
- Establecer mecanismos regulatorios, administrativos y económicos/fiscales que incentiven la repotenciación y la extensión de vida de las instalaciones antiguas con el objetivo de conseguir un óptimo aprovechamiento de zonas con un alto recurso eólico.
Gobernanza
- Medidas de coordinación entre todas las administraciones involucradas y con planes interministeriales: estatal, autonómica y local. Fijación de un sistema de responsabilidades.
- Creación/designación de un ente único independiente de gestión y control de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (p.ej.: Comisión intergubernamental- Público/privada) con la obligación de rendir cuentas anualmente a Congreso.