La provincia de Buenos Aires, en Argentina, es el lugar elegido para el desarrollo de una prueba piloto de generación distribuida llevada a cabo por la empresa distribuidora Edenor. La primera instalación de generación distribuida (IGD) se realizó en un domicilio particular en el municipio de San Fernando, ubicado en lo que se conoce el Gran Buenos Aires.
Se compone de 24 paneles solares, que en conjunto suman 6 kW de potencia nominal. A la prueba piloto se sumarán en breve un establecimiento educativo de la localidad de Bella Vista, al noroeste del Gran Buenos Aires y una pyme de la Ciudad de Buenos Aires.
Contador bidireccional
Los participantes de esta experiencia asumen el coste de la adquisición de los equipos generadores y Edenor supervisa las condiciones técnicas de su instalación. Esta prueba piloto permite al cliente vender a la distribuidora vender la energía que produce en su domicilio.
La operación se estructura a través de dos contadores electrónicos. Uno, programado de forma unidireccional, que registra la energía consumida en el domicilio (el que poseen todos los clientes) y, el segundo, otro medidor programado en forma bidireccional que mide la energía generada por el cliente e inyectada a la red de Edenor. Este último contador incluye un sistema de telelectura.
Precio de la energía volcada en la red
Al tratarse de una prueba piloto y teniendo en cuenta que no está reglamentada aún la normativa argentina relativa al fomento de la generación distribuida de energía renovable en la red eléctrica pública, el reconocimiento por la energía volcada a la red de la empresas distribuidora se estableció al mismo valor por kilovatio-hora que la energía vendida según el cuadro tarifario vigente en el país.
Esta prueba piloto permitirá a la distribuidora realizar los controles y recopilación de información necesaria para que en el futuro, cuando se reglamente la ley de generación distribuida, se continúe con el proceso de innovación en la red, así como la mejora de su eficiencia.