En 2017, la potencia eólica ha alcanzado 539.581 MW, según ha publicado la Asociación Empresarial Eólica (AEE) en un comunicado de prensa, con datos del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC, de sus siglas en inglés). Durante 2017, la potencia eólica mundial se ha incrementado en 52.573 MW, siendo esta cifra la tercera más alta de megavatios instalados en un año, después de los años récord de 2015 y 2014. Con este crecimiento de la potencia eólica mundial en 2017, la energía eólica ya cubre más del 5% de la demanda eléctrica mundial.
China, EEUU, Alemania e India han sido los países que más potencia han instalado en el año y continúan siendo líderes a nivel mundial. China, en primera posición en el ranking mundial, ha instalado 19 GW adicionales, y cuenta con una capacidad eólica de 188 GW (un 35% de la potencia eólica mundial).
Estados Unidos ha experimentado otro año consecutivo con un fuerte crecimiento de energía eólica y la instalación de 7,1 GW, lo que supone 89 GW eólicos instalados en el país. India ha incrementado su potencia eólica en 4,1 GW y cuenta con 32,9 GW de potencia eólica.
Alemania, a la cabeza de Europa en instalación eólica
Europa tuvo su mejor año de instalación de potencia eólica con un récord de 16,8 GW de nueva capacidad instalada, según datos de WindEurope. La nueva potencia ha estado liderada por Alemania con la instalación de 6,5 GW; Después de Alemania, como segundo país en el ranking de nueva potencia eólica anual, es Reino Unido que ha instalado durante el año 4,2 GW. Finlandia, Bélgica, Irlanda y Croacia también han establecido nuevos récords. Por su parte, España continúa siendo el segundo país europeo con más potencia instalada con 23 GW.
Las instalaciones en eólica offshore en aguas europeas de más de 3.000 MW en 2017 son un presagio del potencial de esta tecnología en los próximos años. Con esta nueva potencia, que supone un aumento del 25% en solo un año respecto al 2016, la capacidad total instalada asciende a 15.800 MW.
En total, la Unión Europea cuenta ya con 169 GW eólicos y es la primera tecnología que utiliza recursos íntegramente autóctonos por potencia instalada. Con los 336 TWh generados con toda esa potencia, se habría cubierto la demanda de 60 millones de hogares de la UE (o el consumo de 150 millones de europeos). Además, se ha evitado la emisión a la atmósfera de 187 millones de toneladas de CO2, el equivalente al 19% de las emisiones del sector eléctrico de la UE, y la importación de combustibles fósiles por un valor de más de 13.000 millones de euros.