La industria energética actual es muy diferente a la de hace 40 años. Asimismo, las políticas gubernamentales, las nuevas tecnologías y las preferencias sociales modificarán la forma en que la energía es producida y consumida en el futuro. Por ello, compañías energéticas como BP quieren saber cómo será la transición energética y por eso realizan informes de previsión, como el recientemente publicado BP Energy Outlook 2018.
Este informe reflexiona sobre las fuerzas que configuran la transición energética global hasta 2040 y las incertidumbres que acompañan a esa transición. Para ello, considera varios escenarios y analiza la transición energética desde tres puntos de vista diferentes: fuentes de energía, sectores y regiones.
Las conclusiones que extrae BP Energy Outlook hacen referencia al escenario base, Evolving Transition, del cual señala algunos aspectos como el incremento de la demanda energética mundial debido al rápido crecimiento de las economías en desarrollo, la diversificación del mix energético global para 2040, el desarrollo veloz de las fuentes de energías renovables, el aumento de vehículos eléctricos hasta representar el 15 del parque automovilístico o el incremento de las emisiones de carbono, lo que indica la necesidad de una serie de acciones para lograr una ruptura decisiva con el pasado.
Fuentes energéticas
Aunque las demandas de petróleo y gas natural aumentan debido, sobre todo, al crecimiento de la demanda procedente de las economías emergentes, cabe destacar el vertiginoso incremento de las energías renovables, las cuáles crecen por encima del 400%, representando más del 50% del aumento en la generación mundial de electricidad.
Este fuerte incremento es posible gracias a la creciente competitividad de la energía eólica y solar. Los subsidios se eliminan gradualmente hacia mediados de la década de 2020, y las energías renovables son cada vez más capaces de competir con otras fuentes. China es el país que más contribuye a este crecimiento, al agregar más energía renovable que toda la OCDE en su conjunto, con India convirtiéndose en el segundo para 2030.
Sectores
La electricidad representa casi el 70% del aumento en la demanda de energía primaria. El mix empleado en su generación cambiará considerablemente, con las energías renovables ganando participación más rápidamente que cualquier otra fuente de energía en la historia, ya que aumenta del 7% actual a alrededor de una cuarta parte para 2040.
El sector del transporte continúa dominado por el petróleo (alrededor del 85% en 2040) a pesar de la creciente penetración de combustibles alternativos, en particular el gas natural y la electricidad. No obstante, el Outlook de este año sostiene que la proporción de vehículos eléctricos en el parque automovilístico mundial alcanzará alrededor del 15% para 2040.
La demanda de energía para la industria, incluyendo tanto su uso como combustible, como para materia prima, representa alrededor de la mitad del incremento en el consumo de energía. La mejora de la eficiencia ralentiza el crecimiento de la demanda de energía industrial (excluyendo los usos no destinados a combustión), en gran parte impulsada por la transición de China hacia unos sectores menos intensivos en energía y más de servicios y orientados al consumidor.
Regiones
Todo el crecimiento en el consumo de energía procede de las economías en desarrollo de rápido crecimiento: China e India representan la mitad del aumento de demanda mundial de energía hasta 2040. A lo largo del período, la demanda energética de China se desacelera a medida que pasa a un patrón de crecimiento económico más sostenible.
Por otro lado, la desaceleración de la demanda en India es menos pronunciada y, a comienzos de la década de 2030, supera a China como el mercado de energía con el crecimiento más rápido del mundo. En las últimas etapas del periodo de estudio, África también cobra un papel cada vez más importante en el impulso de la demanda de energía, contribuyendo más al crecimiento de la demanda mundial de 2035 a 2040 que China.