El 11 de marzo las eléctricas alemanas E.ON y RWE llegaron a un acuerdo sobre el paquete del 76,8% de acciones de Innogy SE en poder de RWE. Además, E.ON lanzará una oferta pública de adquisición voluntaria a los accionistas de Innogy de 40 euros por acción.
Suponiendo que el acuerdo obtenga la aprobación regulatoria, E.ON se convertirá en una empresa eléctrica con un fuerte enfoque en redes reguladas, mientras que RWE se concentrará en la generación de energía con una cartera de generación totalmente diversificada.
De esta forma se crearían dos empresas menos complejas que también serían más resistentes a la adquisición extranjera.
2018: ¿nuevo año récord en transacciones de servicios públicos en Europa?
Desde la perspectiva del informe elaborado por Scope Ratings, el acuerdo propuesto es importante por dos razones:
- La ruptura de Innogy con la asignación de diferentes activos de utilidad a E.ON y RWE simplificará las estructuras corporativas de las dos empresas de servicios públicos, facilitando así a los inversionistas y acreedores la evaluación del valor y la solvencia de las empresas.
- El acuerdo reducirá el riesgo de nuevas intrusiones de empresas extranjeras en el sector eléctrico de Alemania después de varias transacciones recientes. Las dos nuevas entidades más grandes que integrarán la capitalización de mercado actual de Innogy serían más difíciles de ser adquiridas por inversores extranjeros como Engie, Enel o Iberdrola.
Con el acuerdo E.ON-Innogy-RWE, que implica un volumen de negocio global de alrededor de 20.000 millones de euros, el mercado de servicios públicos europeo podría estar preparado para un nuevo récord después de alcanzar los 44,6 millones de euros) en 2017 (según Ernst & Young – Transacciones de poder y tendencias).