Uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad en el siglo XXI es lograr la descarbonización del sistema energético. Para ello, en España, la transición hacia la descarbonización cuenta con una Comisión de Expertos que analizan las posibles alternativas de política energética.
Esto grupo ha publicado el informe final sobre diferentes escenarios de transición energética, que recoge diferentes análisis y propuestas para lograr la descarbonización y evalúa las posibles opciones que se han de barajar para definir una estrategia que permita al Estado español lograr el cumplimiento de los objetivos ambientales comprometidos con la UE.
Entregado al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital (Minetad), Álvaro Nadal, el pasado 2 de abril en el MINETAD este informe aborda alternativas que analicen la combinación de las diferentes fuentes de energía (nuclear, hidráulica, térmica de carbón, ciclos combinados y fuentes renovables) en el marco de una transición energética eficiente, sostenible y baja en carbono.
Asimismo, analiza el objetivo de integración de renovables en función de diferentes niveles de interconexión con el continente europeo y la contribución de las políticas de movilidad y eficiencia energética.
En este contexto, se cuantifican diversas propuestas regulatorias por sus efectos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y el coste económico de la energía consumida, sirviendo estos cálculos de base para una discusión objetiva de los efectos de las distintas alternativas de política energética.
La Comisión de Expertos, que está formada por 14 miembros, cuatro designados por el Gobierno, uno por cada grupo parlamentario y tres por agentes sociales, presentará su informe para una ponencia en el Congreso de los Diputados, así como al Grupo de Trabajo Interministerial que trabaja en la elaboración de la futura Ley de Transición Energética y Cambio Climático.
Escenarios
El punto de partida de este informe es la elaboración de un conjunto de escenarios sobre la evolución del sector energético.
En primer lugar, se han realizado simulaciones considerando la posible evolución de la demanda y la oferta de todos los usos de la energía y de todos los vectores energéticos bajo distintos supuestos, establecidos de forma exógena, con el objetivo de verificar el cumplimiento de los objetivos planteados en cada una de las posibles sendas analizadas hasta el año 2030.
En segundo lugar, el cumplimiento del objetivo de penetración del 27% de energías renovables sobre la demanda energética final en 2030 parece más complicado de alcanzar, a la vista de los resultados obtenidos. Alcanzar dicho objetivo depende del supuesto que se realice sobre la electrificación de la demanda final y también del nivel de eficiencia y consumo final.
Los principales resultados obtenidos al aplicar los escenarios serían los siguientes:
- Reducción de la demanda
- Cierre del parque nuclear existente
- Evolución del parque de carbón
- Incremento de la interconexión con Francia
- Instalación extrema de renovables
Redes eléctricas
El Informe complementa el análisis previo con el papel de las redes en los escenarios energéticos futuros. A ese respecto, las redes deben aportar la flexibilidad necesaria para facilitar el cambio de modelo energético con independencia del escenario final hacia el cual se evolucione, ya sea con grandes centrales o con generación distribuida, con almacenamiento concentrado o distribuido, con autoconsumo o sin él, o con una mezcla de todos ellos como escenario más verosímil.
En cualquier caso, los escenarios energéticos actuales, y también los futuros que se plantean en la transición energética, demandan de las redes unos niveles elevados de seguridad de suministro, competitividad y sostenibilidad. Es decir, deben disponer de capacidad para satisfacer la demanda energética de los consumidores en todo momento y a un coste razonable.
Las interconexiones internacionales eléctricas son esenciales para garantizar una integración de los mercados y la creación de un mercado único de la energía a través de la Unión Europea, y también juegan un papel relevante de cara a alcanzar un modelo energético descarbonizado, aportando valor a la seguridad de suministro de los sistemas interconectados.
Por otro lado, las redes deben hacer sostenible un contexto con un número creciente de centros de generación renovable dispersos en todo el territorio, permitiendo la conexión y evacuación de las energías renovables allá donde se encuentren sus recursos y sea más eficiente el desarrollo de las nuevas centrales de generación.
El desarrollo de las redes deberá permitir la combinación de grandes centros de generación centralizada con el creciente peso de la generación distribuida y con sistemas de almacenamiento que, en el caso de ser de gran tamaño, estarían conectados a la red de transporte, pero que en muchos casos también estarán conectados a las redes de distribución.