Los vehículos y los autobuses eléctricos utilizarán 2.000 tWh en 2040, lo que sumará un 6% a la demanda mundial de electricidad. Los autobuses eléctricos tendrán un coste total menor que los autobuses municipales convencionales en 2019 y para 2040 el 80% de la flota mundial de autobuses municipales será eléctrica.
Ya hay más de 300.000 autobuses electrónicos en la carretera en China, y los modelos eléctricos están en camino de dominar el mercado global por el finales de 2020, según los pronósticos de la consultora Bloomberg New Energy Finance (BNEF), que recuerdan que este aumento tendrá implicaciones importantes para la demanda de electricidad, que podría provocar una ralentización del despliegue del coche eléctrico.
Mayor avance de los autobuses eléctricos
Estas estimaciones indican que el avance de los autobuses eléctricos será incluso más rápido que el de los coches. Según BNEF las ventas de vehículos eléctricos crecerán hasta alcanzar los 11 millones de unidades en 2025 y los 30 millones en 2030. En esta senda ascendente del coche eléctrico, China, de nuevo, lidera el mercado y supondrá el 50% de las vendas mundiales en 2025 y el 29% en 2030.
«Lo que ha cambiado el pronóstico del pasado año con respecto a este son los autobuses eléctricos. China ha liderado este mercado de manera espectacular representando el 99% del total mundial el año pasado» explica Colin McKerracher, analista de transporte avanzado de BNEF, «el resto del mundo le seguirá, y para el 2040 esperamos que el 80% de la flota mundial de autobuses municipales sea eléctrica». Según McKerracher, «los desarrollos en los últimos 12 meses, como los planes de los fabricantes para el despliegue de modelos y las nuevas regulaciones sobre contaminación urbana, han reforzado nuestra visión alcista de las perspectivas de los vehículos eléctricos».
Demanda eléctrica y escasez de metales clave e infraestructuras de carga
BNEF espera que la transición en el transporte tenga implicaciones importantes para la demanda de electricidad y para el mercado petrolero. Si tanto coches como autobuses requerirán el 6% de la demanda mundial de la electricidad en 2040, se pronostica que el cambio del vehículo convencional a vehículos eléctricos supondrá que se consuman 7,3 millones de barriles de combustible para el transporte menos cada día.
«Si bien somos optimistas sobre la demanda de vehículo eléctrico en los próximos años, vemos surgir dos obstáculos importantes», explica la analista de transporte Salim Morsy, «en el corto plazo, vemos un riesgo de escasez de cobalto a principios de la década de 2020 que podría ralentizar la reducción del coste de las baterías que hemos visto recientemente. Mirando más allá, las infraestructuras de carga siguen siendo un desafío».
BNEF ha analizado si el aumento de la necesidad de metales como el litio y el cobalto, como resultado del aumento del transporte electrificado, podría generar escasez de suministro de estos metales clave. Además, las perspectivas para las ventas de coches eléctricos se verán influidas por la rapidez con que se extiendan las infraestructura de carga en los mercados clave, y también por el crecimiento de la «movilidad compartida».
Las proyecciones de BNEF implican grandes oportunidades para los fabricantes de baterías de iones de litio. China ya es dominante en este mercado, con una participación mundial del 59% en su capacidad de producción en 2018, y se prevé que aumente a 73% para el año 2021.