España es uno de los siete países europeos que participan en el proyecto Chester, que comenzó a funcionar el pasado mes de abril, para trabajar en la mejora de la integración de las energías renovables en la red. Su objetivo es desarrollar y validar un sistema innovador que permita el manejo de la energía, el almacenamiento y la capacidad de distribución de diferentes fuentes de energía renovable combinando los sectores de electricidad y calefacción.
La energía renovable en la red está aumentado, sin embargo, su integración es uno de los principales desafíos para la descarbonización de los sistemas energéticos del futuro. De ahí que el proyecto Chester se centre en hacer esta tecnologías inteligentes más flexibles, facilitando la gestión de las renovables, su almacenamiento y la capacidad de distribución.
Combinar los sectores de electricidad y calefacción
Según informa el Instituto de Ingeniería Energética (IIE) de la Universidad Politécnica de Valencia, socia del proyecto, el sistema que quieren desarrollar para mejorar la integración de las renovables, combinando los sectores de electricidad y calefacción, se basa en la unión entre el llamado sistema de almacenamiento de energía de calor comprimido (CHEST, por sus siglas en inglés), un innovador sistema de almacenamiento de energía para calentar, con la calefacción Smart District.
Este proceso crea un sistema de gestión de energía renovable muy flexible e inteligente que puede almacenar energía eléctrica con una eficiencia de ida y vuelta del 100% o superior, convertir la energía en calor, convertir calor renovable a baja temperatura en energía, almacenar y entregar de forma independiente y a petición, tanto calor y potencia, a un coste competitivo. Además de eso, este sistema es independiente del sitio, a diferencia del bombeo hidráulico, y cíclicamente estable, a diferencia de las baterías.
Validación del sistema
Tal y como indica el IIE, CHEST se basa en una tecnología existente (bomba de calor, almacenamiento térmico y ORC), sin embargo, los avances innovadores son necesarios para garantizar su alta eficiencia y competitividad en costos. Se desarrollará una estrategia de control del sistema inteligente que incluirá la implementación de modelos de previsión para permitir que el sistema utilice la energía de la forma más rentable, técnicamente apropiada y flexible.
Considerará la interacción con la red eléctrica (lado de la oferta y la demanda), la interacción con la red de calefacción urbana y la integración de otras fuentes de calor. Se construirá y validará un sistema de COFRE de laboratorio completo de 10 kWel en el entorno correspondiente.
En el mercado en 2025
El sistema CHEST será clave para el logro de los objetivos energéticos y la mitigación de los desafíos del futuro sistema energético. Las plantas de gran escala (rango multi-MW) de costo competitivo (130 €/ kWh) ya podrían llegar al mercado para el año 2025.
El consorcio Chester está compuesto por 12 socios de siete países diferentes (España, Alemania, Italia, Dinamarca, Bélgica, Países Bajos, Reino Unido), entre los que se encuentra la industria, la investigación y las organizaciones académicas bajo la coordinación del centro de investigación español Tecnalia.