La UAM descubre un nuevo material válido para el desarrollo de dispositivos de almacenamiento energético más eficientes

Esquema de funcionamiento de un supercondensador fabricado con láminas de antimonene, simulando que forman parte del motor del típico autobús Londinense. Imagen creada por los autores del trabajo.

Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han descubierto un nuevo material en forma de láminas de espesor atómico. Se trata del antimonene. Tiene una estructura similar a la del grafeno, pero en lugar de átomos de carbono está compuesto por átomos de antimonio. Los resultados son prometedores para el desarrollo de dispositivos de almacenamiento energético más eficientes.

Entre las aplicaciones más destacadas figuran las del campo de la generación y almacenamiento de energía; dada la urgencia de nuestra generación de sustituir los motores que funcionan con hidrocarburos y optar por el empleo de energías limpias y renovables.

Esquema de funcionamiento de un supercondensador fabricado con láminas de antimonene, simulando que forman parte del motor del típico autobús Londinense. Imagen creada por los autores del trabajo.

El antimonene es un nuevo material bidimensional de espesor monoatómico compuesto por átomos de antimonio. Aunque su existencia había sido prevista en estudios teóricos, solo hasta ahora ha logrado aislarse en el laboratorio y se ha descrito en un artículo publicado en la revista Advanced Energy Material.

Los autores son investigadores del grupo de Nanomateriales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), dirigidos por Félix Zamora, quienes contaron con la colaboración del grupo de Sensores y Biosensores de la UAM que dirige Mª Encarnación Lorenzo, y del grupo de expertos en electroquímica que dirige Craig Banks en la Manchester Metropolitan University (Reino Unido).

Material para los supercondensadores

Los supercondensadores son dispositivos capaces de almacenar grandes cantidades de energía eléctrica en forma de cargas electrostáticas y cederla rápidamente en el momento necesario. Su funcionamiento se fundamenta en la separación de cargas eléctricas (positivas y negativas).

Estas cargas en forma de iones son separadas gracias al recubrimiento de la nanoestructura del material empleado, antimonene, bien por aniones o por cationes, según el electrodo (ánodo o cátodo) del que formen parte.

Aunque el funcionamiento de los supercondensadores no es tan conocido como el de las pilas o baterías, su uso es cada vez más extendido. Entre las aplicaciones más populares está su uso en motores eléctricos de vehículos híbridos, al igual que en hospitales y ascensores (como generadores de emergencia ante caídas de red eléctrica).

Estas propiedades convierten al nuevo material en un excelente candidato para futuras investigaciones dentro del campo del almacenamiento de energía. Y en un futuro no muy lejano podría emplearse incluso en el desarrollo de dispositivos de uso cotidiano, como motores de vehículos eléctricos o baterías de larga duración de pequeños dispositivos electrónicos.

 
 
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