Según ha difundido la Asociación Empresarial Eólica (AEE) basándose en un informe de GlobalData, las energías renovables no hidroeléctricas, sobre todo fotovoltaica y eólica, representarán casi el 50% de la capacidad instalada de energía eléctrica en España para 2030.
La capacidad eléctrica total instalada en España pasó de 55,5 GW en el año 2000 a 104,4 GW en 2017, con una tasa de crecimiento anual del 3,8%. Se espera que el crecimiento continúe hasta 2030. Para entonces, España contará con 131,1 GW y las renovables, sin incluir la hidráulica, representarán casi el 50% de esa potencia.
Retos del sector de la energía renovable en España
El informe de GlobalData, Perspectivas del mercado de energía de España hasta 2030, actualización 2018, indica que España aún necesita expandir su sector de energía renovable para reducir su dependencia de las fuentes de energía térmica.
Según especifica mencionado estudio, España «obtiene la mayor parte de su electricidad de fuentes de energía térmica, pero no tiene grandes reservas de combustibles fósiles, lo que le obliga a depender de las importaciones de gas de Argelia, Nigeria, Qatar y Egipto y las importaciones de petróleo de Oriente Medio. Las reservas domésticas de carbón son de mala calidad, lo que exige importaciones de Sudáfrica, Colombia, los EEUU y Rusia».
Chiradeep Chatterjee, analista de energía en GlobalData, ha indicado que como resultado del cambio de política energética asumido por el el nuevo gobierno en España, se prevé un crecimiento a una tasa anual de 13,1% en la capacidad solar fotovoltaica del país. De igual manera, potencia eólica crecerá al 3,3% entre 2018 y 2030. De modo que se espera que para 2030 las energías renovables, sin incluir la hidráulica, representen el 48,6% de toda la potencia instalada.
Las tarifas reguladas pueden favorecer el desarrollo de las renovables
Según el informe, la ubicación geográfica de España funciona particularmente a favor de la energía solar, lo que permite una mayor tasa de crecimiento. La parte sur del país es soleada, lo que resulta un mayor potencial de energía solar. Además, su ubicación en el extremo sur de Europa le permite actuar como un centro para la importación de energía solar barata desde el norte de África y más allá.
Para Chatterjee «gran parte del desarrollo de las renovables en el país se debió a su atractivo programa de tarifas reguladas (Feed in tariff) seguido por el gobierno hasta 2012. La eliminación progresiva de las primas en 2012 golpeó el desarrollo de este sector. Como resultado, la participación de las renovables no hidroeléctricas en la potencia instalada de España aumentó del 29% en 2013 a solo el 29,9% en 2016».