ABB ha sido elegida para suministrar sus transformadores WindSTAR para un parque eólico offshore flotante que cuenta con los aerogeneradores más grandes y potentes del mundo jamás instalados sobre cimientos flotantes. El parque eólico WindFloat Atlantic estará ubicado en aguas portuguesas y entrará en funcionamiento en 2019.
Los transformadores se montarán en cada una de las tres turbinas de WindFloat Atlantic. Los aerogeneradores de 8,4 MW tienen una altura de 190 metros hasta la punta de la pala. Bastarán tan solo tres de estas turbinas para abastecer de electricidad a más de 18.000 hogares portugueses.
Parques eólicos flotantes
Los parques eólicos flotantes están formados por aerogeneradores montados sobre estructuras que flotan en el mar y que permiten a las turbinas generar electricidad a ciertas profundidades donde no son posibles las turbinas de cimentación fija. Los parques eólicos flotantes tienen el potencial de aumentar considerablemente la superficie marina disponible para parques eólicos offshore, sobre todo en países donde no abundan las aguas poco profundas.
El parque eólico WindFloat Atlantic se emplazará a 20 kilómetros de la costa de Viana do Castelo, Portugal, en un lugar donde el mar tiene cien metros de profundidad. Los aerogeneradores marinos tradicionales van anclados al lecho marino y solo pueden usarse a profundidades de unos 40-50 metros. Esta solución flotante abre a la generación de energía eólica renovable grandes regiones de mar que antes no eran aptas.
Transformadores con una tensión de 66 kV
ABB suministrará sus transformadores de potencia WindSTAR, especialmente diseñados para resistir las fuertes vibraciones y movimientos repentinos y extremos que se producen en los parques eólicos flotantes.
Los transformadores compactos están diseñados para encajar en la torre de las turbinas instaladas en el mar. Estos transformadores de 66 kV para aplicaciones flotantes brindan una gran oportunidad al facilitar la instalación de parques eólicos offshore en aguas más profundas, donde los aerogeneradores tradicionales no son viables y requieren una infraestructura submarina costosa y difícil de instalar. La tensión de 66 kV es la más alta de la industria de la generación de energía eólica, lo que permite una mayor eficiencia y una reducción considerable de las pérdidas por transferencia.