El pasado mes de junio, la Plataforma Europea de Tecnología e Innovación Smart Networks for Transition Energy (ETIP SNET) presentó en Bruselas su Visión 2050 para un sistema energético paneuropeo bajo en carbono. El informe destaca la necesidad de estimular la investigación y el desarrollo en tecnologías que permitan un sistema energético integrado y digitalizado.
En el prólogo del informe de ETIP SNET, Miguel Arias Cañete, comisionado de la Unión Europea para la Acción Climática y la Energía, considera necesario que todas las entidades relevantes tengan en cuenta la Visión 2050 de esta plataforma, a la que anima a continuar con sus esfuerzos de investigación e innovación, contribuyendo a hacer realidad la transición energética.
Digitalización y empoderamiento de los consumidores
Pero no sólo las entidades públicas y privadas tienen la responsabilidad de hacer posible este objetivo. En su Vision 2050, ETIP SNET también destaca la importancia de involucrar a los usuarios de energía, impulsando decisiones dentro del mercado energético que conduzcan a Europa hacia una energía más limpia.
En palabras del presidente de ETIP SNET, Nikos Hatziargyriou, los mercados intersectoriales y la digitalización hacen posible el empoderamiento de los ciudadanos europeos, convirtiéndoles en actores centrales dentro de la transición hacia un sistema energético integrado, con bajas emisiones de carbono, seguro, confiable, resistente, accesible, rentable y basado en el mercado para el año 2050.
La Visión 2050 presenta vistas consolidadas y cualitativas desarrolladas durante el último año por doce grupos de trabajo de ETIP SNET. Estos equipos han analizado cómo serán los sistemas de energía de 2050 así como los desafíos asociados en lo que se refiere a investigación, desarrollo e innovación (IDi). También se indica el marco en el que se deben realizar estos esfuerzos de IDi en las próximas décadas.
El sistema energético europeo en 2050: una visión de futuro
El informe dibuja un escenario energético que se sitúa en línea con los principales objetivos de la política energética europea y que se consideran cruciales para el bienestar de la sociedad:
- Proteger el medio ambiente.
- Crear servicios de energía asequibles y basados en el mercado.
- Garantizar la seguridad, la fiabilidad y la resistencia del suministro de energía.
Para los autores del informe es factible lograr estos objetivos si los estados miembros aplican todos los medios políticos, regulatorios y tecnológicos a su alcance, involucrando a toda la sociedad. De esta manera, el sistema energético europeo de 2050 podría estar marcado por una serie de características que resumimos a continuación.
Objetivo 1: Protección del medio ambiente:
La mitigación de los impactos ambientales de los sistemas energéticos tiene varias dimensiones, que incluyen:
- Disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
- Controlar todas las fuentes de contaminación provenientes de actividades directas o indirectas relacionadas con los sistemas de energía.
- Minimizar los impactos sobre la biodiversidad y los ecosistemas naturales.
- Promover una economía circular.
Abordar estas dimensiones de la protección del medio ambiente generaría en 2050 una Europa donde el impacto de los sistemas energéticos en el clima se habrán reducido notablemente. En ese nuevo escenario, se habrán implementado energías alternativas neutras en carbono y renovables para cubrir todas las necesidades energéticas de los ciudadanos europeos.
Ese sistema casi descarbonizado se situará en línea con el EC Energy Roadmap 2050 (2012), que tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a 80-95% por debajo de los niveles de 1990 para 2050. En este nuevo entorno jugarán un papel clave la conversión de energía y el almacenamiento flexible y la conversión de energía procedente de excedentes de generación.
Objetivo 2: Crear servicios de energía asequibles y basados en el mercado.
Para que la transición energética sea impulsada por los ciudadanos, para que los esfuerzos innovadores se vean recompensados y para impulsar las conversiones y el almacenamiento de energía, la transición energética requiere mercados energéticos eficientes. En este nuevo mercado eficiente se debe asegurar un acceso a la energía abierto y no discriminatorio y se han de excluir subvenciones cruzadas.
Para llegar a este escenario, el informe establece que mucho antes de 2050, los mercados de energía deben ofrecer precios coherentes para estimular las inversiones requeridas. Además, los ciudadanos tienen que recuperar su poder, convirtiéndose en consumidores activos y prosumidores.
Este mercado energético eficiente de 2050 se tendrá los siguientes rasgos:
- El almacenamiento flexible de energía, la conversión de los excedentes de generación energía y la flexibilidad de la demanda desempeñarán un papel clave como productos y servicios.
- Los mercados minoristas serán competitivos y eficientes y brindarán a los ciudadanos, que serán consumidores y prosumidores activos, un entorno favorable para elegir a sus proveedores de energía y para controlar sus consumos de forma remota gracias a la digitalización de la red con todas las garantías (protección de datos y privacidad, soluciones inteligentes interoperables).
- En 2050, todos los consumidores de cualquier tamaño pueden acceder directa o indirectamente a los mercados de energía para vender (como prosumidores) y comprar servicios de energía a través de servicios de comunicación digitales de alta seguridad cibernética de bajo coste.
- En 2050, los operadores de redes de energía trabajaránn dentro de un marco legal para garantizar la seguridad general, la confianza, la capacidad de recuperación y la calidad del suministro para satisfacer las necesidades de los ciudadanos y las empresas a costes asequibles.
Objetivo 3: – Garantizar la seguridad, la fiabilidad y la resistencia del suministro de energía.
Desde 2018 hasta 2050, la disponibilidad de energía sigue siendo un tema importante para los ciudadanos europeos que experimentan precios fluctuantes para cubrir necesidades básicas relacionadas con la energía, como calefacción, refrigeración y movilidad.
La mejora de la seguridad del suministro de energía a través del ahorro de energía, la eficiencia energética y las fuentes de energía renovables, disminuye la dependencia europea de los combustibles importados.
La seguridad del suministro también está vinculada a la entrega de energía a través de diferentes tipos de redes de energía que permiten que el sistema energético general sea más seguro, confiable y resistente.
Cumplir estos objetivos implica que en 2050:
- Europa habrá reducido en gran medida su dependencia de la importación de energía mediante el uso de fuentes de energía neutras en carbono, ubicadas principalmente en Europa, y habrá aumentado sus capacidades de almacenamiento.
- En 2050, los recursos energéticos disponibles localmente se utilizarán en todo su potencial económico, lo que en parte elimina las necesidades de actualización de las redes de transmisión y distribución de electricidad y ayuda a maximizar la resistencia de los canales de suministro para satisfacer las necesidades de calefacción y refrigeración.
- Los procesos de planificación y operación asegurarán una alta confianza general en el sistema energético.
- Se aplicará un enfoque holístico a la seguridad del suministro que afecte a todas las redes energéticas.
- En 2050, la fiabilidad y la resistencia de los sistemas de energía formarán parte de una estrategia que integrará todos los modos de uso de los sistemas de energía.
Servir a la sociedad y proteger el medio ambiente
El ETIP SNET Vision 2050 exige acciones, instando a todas las partes interesadas de la energía y a los Estados miembros a actuar hoy, de manera coordinada para lograr una transición energética exitosa y alcanzar una huella de carbono casi cero para el 2050.
Según la Agencia Internacional de la Energía, no actuar ahora contra el cambio climático puede generar un coste económico notablemente superior a las inversiones necesarias para el despliegue de dichos dispositivos.
La implementación del ETIP SNET Vision 2050 requerirá importantes inversiones para el despliegue a gran escala de dispositivos de almacenamiento y conversión de energía, la actualización y extensión de las redes de energía y el uso de soluciones digitales. Dichas inversiones evitarán los gastos derivados del cambio climático y se verán compensadas por la optimización del bienestar social a través de la combinación de las diversas redes de energía y sus componentes.
En resumen, el propósito del ETIP SNET Vision 2050 es inspirar a todas los agentes implicados en la transición energética para que descubran y afronten los desafíos tecnológicos necesarios para alcanzar un sistema de energía paneuropeo circular, bajo en carbono y cuya columna vertebral sea una red eléctrica formada por diferentes fuentes de generación, dispositivos de almacenamiento y usuarios empoderados.