Australia está inmersa en la construcción de su primera red de carga ultrarrápida alimentada con fuentes alternativas. La Agencia Australiana de Energías Renovables (Arena) ha destinado 6 millones de dólares australianos (3,72 millones de euros) a cargo de Chargefox Pty Ltd para llevar a cabo este proyecto.
El despliegue nacional de unos 9,3 millones de euros incluirá 21 puntos de carga en autopistas interestatales a lo largo de la costa este que conectan las principales capitales como Adelaide, Melbourne, Sydney, Canberra, Brisbane y por separado al norte y al sur de Perth. Cada ubicación contará con dos estaciones, cada una con una potencia de salida de 150 kW.
Todos los sistemas de carga serán alimentadas a través de la compra de energía renovable e, incluso, habrá puntos que incluirán instalaciones de energía solar y baterías.
Arena pretende que la distancia máxima entre puntos de recarga sea de 200 kilómetros. Además, deberán ser públicos y disponer de acceso abierto a todos los modelos de vehículos eléctricos que se venden actualmente en Australia. Los automovilistas podrán utilizar las estaciones a través de una aplicación.
Impulso de la movilidad eléctrica
Según un informe publicado en junio por ARENA y CEFC, los vehículos eléctricos podrían alcanzar la paridad de precios con los automóviles de gasolina en el año 2020, lo que aumentaría en la próxima década la absorción de la movilidad eléctrica en el país. En dicho estudio, se identificaba la falta de infraestructura de carga rápida como una barrera para la aceptación de los coches eléctricos.
El despliegue de la red de carga ultrarrápida pretende luchar contra dicha barrera. En palabras de Darren Miller, CEO de Arena, «Australia necesita ponerse al día para garantizar que los ciudadanos puedan comprobar los beneficios de una mejor experiencia de conducción, con menores costos operativos y mejores resultados ambientales».