La morfología de las alas de las libélulas ha inspirado a un grupo de investigadores para desarrollar un estabilizador de movimiento biométrico para turbinas de aerogeneradores marinos. El equipo de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Newcastle ha diseñado un dispositivo similar a las cuatro alas de estos insectos y gracias a las cuales pueden mantenerse estables en vuelo. Los estabilizadores se adhieren a la base de la turbina y reaccionan independientemente al viento, las olas y la marea.
En pruebas de laboratorio, el sistema redujo el movimiento no deseado en un 50%, pero equipo de investigadores cree que podrían lograr resultados aún mejores. Anteriormente, el movimiento no deseado se reducía mediante el control de inclinación de las palas de los aerogeneradores o un sistema de balasto activo. Lo primero reduce la cantidad de electricidad generada y lo segundo no es lo suficientemente eficiente como para responder a los cambios instantáneos.
Una alternativa a costosos cimientos
El Reino Unido espera duplicar su capacidad eólica marina para 2020 y el estabilizador inspirado en las libélulas podría jugar un papel clave. La mayoría de los parques eólicos nuevos estarán en aguas poco profundas cerca de la costa, donde son más fáciles y más baratos de instalar, pero donde las turbinas flotantes son menos estables. En estas áreas, la plataforma flotante asistida por estabilizador de movimiento biométrico podría proporcionar una alternativa a los costosos cimientos de acero fijos.
El Dr. Wenxian YangDr, director de la investigación, así lo explica: «La eficiencia de generación de energía de un aerogenerador depende en gran medida de la estabilidad del movimiento. Cuando utilizamos el estabilizador de movimiento biomimético, la turbina se estabiliza y se puede garantizar la eficiencia de la generación de energía».