Investigadores de la Universidad de Málaga están trabajando en nuevas moléculas orgánicas para la fabricación de células fotovoltaicas como alternativa a las células de silicio, que hasta ahora han dominado el mercado de la energía solar. Con esta nueva investigación se consigue una eficiencia de un 10%.
Desde el Laboratorio de Fabricación y Caracterización de Transistores de Efecto de Campo, y en colaboración con la Northwestern University, están desarrollando nuevas moléculas orgánicas con mayor eficiencia, que permitan su fabricación a gran escala, y que sustituyan a las inorgánicas, predominantes actualmente.
«Con esa nueva investigación hemos conseguido una eficiencia de un diez por ciento, con sistemas orgánicos no fullerénicos. Esto es un gran paso hacia la obtención de futuras eficiencias que permitan dar el salto al mercado, que rondarían el 20 por ciento», explica la profesora del Departamento de Química Física, Rocío Ponce.
Semiconductores orgánicos fáciles de sintetizar
Se trata de nuevos materiales más transparentes, flexibles y solubles, fáciles de sintetizar. Para ello, este grupo de investigadores ha colaborado en un estudio químico-físico que permite elucidar el comportamiento de estos semiconductores orgánicos, que ayudará al auge de este campo de investigación.
Un trabajo que no ha pasado inadvertido para la Academia de las Ciencias de Estados Unidos que le ha dedicado un artículo científico en la revista ‘PNAS’.
La estudiante de Doctorado Alexandra Harbuzaru, actualmente de estancia en Milán, ha sido una de las investigadoras principales de este estudio, en el marco de su proyecto ‘Nuevos moléculas orgánicas para dispositivos electrónicos’.