Iberdrola ha inaugurado en la mañana del 29 de octubre el parque eólico marino Wikinger, en el mar Báltico, que ya suministra 350 MW de capacidad a la red eléctrica alemana y aporta energía renovable a 350.000 hogares, evitando la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
Para la compañía, Wikinger se ha convertido en una de sus instalaciones renovables más emblemáticas a nivel mundial, con una inversión de 1.400 millones de euros. El proyecto Wikinger marca la entrada de Iberdrola en el mercado eléctrico alemán, país en el que se acaba de adjudicar la construcción de otros dos parques eólicos marinos: Baltic Eagle (476 MW) y Wikinger Süd (10 MW).
El primer parque eólico de Iberdrola en solitario
La suma de estos tres proyectos, todos ellos situados junto a la isla de Rügen, dará lugar al mayor complejo offshore del mar Báltico, con una capacidad total instalada de 836 MW y una inversión conjunta de 2.500 millones de euros. De este modo, Alemania pasa a convertirse en un área clave para el grupo Iberdrola en los próximos años, junto a sus mercados centrales: Estados Unidos, Reino Unido, México, Brasil y España.
Wikinger es la primera instalación eólica marina diseñada y operada cien por cien por una empresa española y ha servido para impulsar la generación de empleo y la actividad de empresas españolas proveedoras, como Navantia y Windar.
Este proyecto ha llegado a buen puerto gracias al equipo multidisciplinar y multinacional implantado por Iberdrola y a su red de proveedores y contratistas internacionales de primer nivel. Más de 2.000 empleados, de 20 países distintos, han participado en este hito. Para ello, ha tenido que superar los retos tecnológicos propios de este tipo de obras y las dificultades derivadas de las condiciones meteorológicas extremas del mar Báltico.
Ingeniería española
El proyecto ha supuesto la instalación de 280 pilotes, de 40 metros de longitud, 2,5 metros de diámetro y un peso unitario de 150 toneladas, todo ello construido por la empresa española Windar (Asturias). Sobre ellos se han colocado 70 cimentaciones, de 620 toneladas de peso cada una, fabricadas por la empresa danesa Bladt y la española Navantia, en su astillero de Fene (Galicia).
Las turbinas, fabricadas por Siemens Gamesa en sus plantas de Bremerhaven y Stade (Alemania), tienen 5 MW de potencia unitaria y son del modelo AD 5-135. Se trata de los aerogeneradores de mayor potencia y dimensiones que Iberdrola ha instalado en su historia. Con una altura total de 165 metros, están formados por una nacelle de 222 toneladas de peso, un rotor de 135 metros de diámetro, cuyas palas tienen 67 metros de longitud cada una, y una torre de 75 metros de altura.
Finalmente, una de las infraestructuras clave de Wikinger ha sido la subestación marina, a la que se ha llamado Andalucía, que va a ser utilizada conjuntamente por Iberdrola y 50Hertz, operador del sistema eléctrico alemán. La instalación, el corazón energético del parque, ha sido también construida por Navantia en su sede en Puerto Real (Andalucía) y tiene un peso de unas 8.500 toneladas.