Brooklyn Microgrid está desarrollando una microrred comunitaria en Brooklyn, Nueva York, donde la energía es generada, almacenada y comercializada localmente por miembros de la comunidad, fomentando así un modelo de energía limpia más resistente y sostenible. La clave se encuentra en una plataforma basada en blockchain y llamada Exergy.
LO3 Energy, una compañía con sede en este emblemático distrito neoyorkino, está construyendo una plataforma para permitir modelos de negocios descentralizados y tecnologías innovadoras relacionadas con la energía, la tecnología limpia y los sistemas de servicios públicos. Entre sus objetivos se encuentra desarrollar herramientas y proyectos para apoyar y acelerar la proliferación de la energía distribuida.
Caso de éxito en el uso de tecnología blockchain
En la plataforma Exergy, desarrollada por LO3 Energy, los prosumidores, que generan energía a través de su propio recurso renovable, pueden realizar transacciones de manera autónoma casi en tiempo real con los consumidores de la plataforma en su mercado local.
La plataforma, basada en blockchain, proporcionará una forma segura de registrar, estandarizar, almacenar y compartir elementos críticos de datos en un ecosistema de recursos energéticos distribuidos. De esta manera, Exergy elimina las barreras no solo hacia la descentralización de la energía sino también hacia la democratización de los datos energéticos.
Este sistema de contabilidad distribuida, a través de un software blockchain, crea rutas de datos seguras para mercados descentralizados, transacciones peer-to-peer (P2P), análisis predictivo, microcoberturas y otras aplicaciones que están empezando a ser exploradas.
Para hacer posible estas soluciones disruptivas en el mercado energético, los creadores de Exergy se están asociando con empresas de servicios públicos, mayoristas de energía, operadores de sistemas de distribución y transmisión, así como con comunidades de todo el mundo para desarrollar innovaciones personalizadas para un futuro energético seguro.
Una de esas comunidades se encuentra en Brooklyn, una de las áreas con mayor densidad de población de los Estados Unidos.
Brooklyn Microgrid
Un edificio puede generar enormes cantidades de electricidad a través de paneles fotovoltaicos instalados sobre su cubierta. Sin embargo, los edificios vecinos no tienen forma de acceder a este excedente de energía y deben recurrir al suministro de una subestación situada a cientos de kilómetros de distancia. Este sistema es costoso, ineficiente, poco fiable y puede dejar barrios enteros sin energía durante una tormenta u otra emergencia.
Para solventar este problema, y tras haber sufrido en Nueva York las consecuencias del huracán Sandy, la empresa emergente LO3 Energy se asoció con el gigante tecnológico Siemens para desarrollar una solución. Surgió así Brooklyn Microgrid, que reinventa el modelo de red de energía tradicional e introduce el concepto de red de energía comunitaria.
El proyecto Brooklyn Microgrid se ha convertido en uno de los primeros en utilizar blockchain en una transacción de energía, permitiendo a los consumidores vender el exceso de energía a sus vecinos en una operación de igual a igual (P2P). Los esfuerzos de la iniciativa incluyen educar a la comunidad, comprometiéndose con sus demandas y necesidades, ser un portavoz de la comunidad ante las autoridades y promover proyectos fotovoltaicos en el entorno local, fomentando así el empoderamiento de los consumidores de energía.
Un modelo energético resistente y sostenible
La microrred, creada en 2015, cuenta con más 50 prosumidores y más de un centenar de participantes consumidores que pueden comprar energía de la corporación comunitaria. El proyecto está abierto a residentes y empresas afincadas en el distrito.
Una de las principales ventajas de Microgrid Brooklyn es que el sistema de control de la microrred permite que la energía generada por los miembros de la comunidad sea redirigida a hospitales, centros comunitarios y refugios en casos de apagones provocados por inclemencias meteorológicas.
Se trata de un sistema que rompe con el modelo energético tradicional, que permitía a los propietarios de instalaciones fotovoltaicas vender la energía excedente a las empresas de servicios públicos, obteniendo como único beneficio un descuento en sus facturas eléctricas.
El nuevo modelo que plantea Microgrid Brooklyn abre la puerta a una comunidad energética que excluye de su estructura a las empresas de servicios públicos, mientras que los consumidores obtienen beneficios energéticos, financieros y medioambientales. Se refuerza el sentimiento de comunidad y se fomenta el empoderamiento de los usuarios, todo ello reduciendo construyendo un entorno más limpio y sostenible.