Integrar el vehículo eléctrico y los sistemas de recarga en la vida cotidiana como un electrodoméstico más es la idea con la que la empresa sevillana Ayesa ha desarrollado una electrolinera con tecnología IoT, por el que el importe económico de la recarga se pueda trasladar a la factura de la luz de la vivienda.
Actualmente, los usuarios de coche eléctrico que quieren recargar sus baterías en puntos situados en centros comerciales, gasolineras o en la vía pública, deben tener diferentes aplicaciones o tarjetas de los distintos gestores de carga que gestionan esas electrolineras. La novedad que presenta Ayesa es que no es necesario tener vinculación con uno o varios gestores.
Identificación automática del vehículo
Su tecnología IoT hace posible que el vehículo se pueda identificar de manera automática al llegar a la estación de servicio y luego comunicar toda la información en tiempo real al operador de la infraestructura y a los distintos gestores entre sí.
“La gran novedad es que cuando el vehículo eléctrico llega al punto de recarga y conecta la manguera se autoidentifica, evitando el uso de tarjetas o Apps”, explica Álvaro Cuñado, director de Smart Mobility en Ayesa. Lo que hace este sistema es poner en comunicación al coche, la electrolinera y las comercializadoras de electricidad.
Proyecto de I+D Plug & Charge
La compañía ha desarrollado y probado esta tecnología dentro de un proyecto piloto de I+D, denominado Plug & Charge, que ha contado con el apoyo financiero del CDTI. El proyecto, que acaba de finalizar, ha contado también con la participación de otras empresas y organismos públicos.
Dentro de Plug & Charge, se incluyen desarrollos de sistemas incorporados al vehículo, que posibilitan la comunicación con la electrolinera vía web; software para tablet y aplicaciones para móviles y smartwatch, donde consultar los datos y hacer que el vehículo sea más autogestionable; y la del propio poste, que se dota de una tecnología para su operación inteligente y de la conexión con las empresas comercializadoras de energía.