El calor volcánico que llega a la superficie terrestre podría convertirse en la nueva fuente renovable de energía eléctrica. Investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) participan en un proyecto de investigación cuyo objetivo es desarrollar un generador termoeléctrico volcánico para abastecer el consumo eléctrico del Centro de Interpretación y el restaurante del Parque Nacional del Timanfaya en Lanzarote.
Los científicos pertenecen al Instituto de Smart Cities (ISC) de la UPNA, adscritos al Grupo de Ingeniería Térmica y de Fluidos. La iniciativa, a la que se ha dado el nombre de Proyecto Electrovolcán, está liderada por el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Canarias (ITER) y está financiada por FEDER y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través de la Agencia Estatal de Investigación.
Una tecnología pionera a nivel mundial
El consorcio impulsor de este proyecto está formado por el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), la Agencia Insular de la Energía de Tenerife (AIET), el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y las empresas Constante Solar de Santa Cruz de Tenerife y GAIA – Geotermia y Aguas Minerales de Madrid.
Sería la primera vez a nivel mundial que un proyecto de investigación desarrolla un generador termoeléctrico capaz de producir energía eléctrica a partir del calor volcánico, en este caso la que llega a la superficie terrestre de Canarias, con un impacto medioambiental mínimo.
Geotermia de alta entalpía
La tecnología de este proyecto busca aprovechar la geotermia de alta entalpía, una fuente de energía renovable ligada principalmente a los volcanes.
La energía geotérmica convencional se produce al perforar el terreno, mediante sondeos, de 1.500 a 2.500 metros de profundidad y así obtener vapor a temperaturas de entre 100 ºC y 300 ºC capaces de producir electricidad al mover una turbina con el fluido generado. En Canarias, como en muchos otros sistemas volcánicos activos, estas temperaturas se encuentran ya en la superficie, pero nunca se ha intentado recuperar ese importante potencial calorífico para generar electricidad mediante dispositivos termoeléctricos, según explican fuentes de la UPNA.
Los investigadores trabajan en los sistemas volcánicos de Timanfaya (Lanzarote) y Teide (Tenerife). «Las anomalías geotérmicas superficiales de la zona de Timanfaya son las más importantes del mundo, hasta el punto de registrarse 200 ºC en superficie y 600 ºC a diez metros de profundidad en algunas zonas», explica la investigadora Leyre Catalán Ros, quien está realizando su tesis doctoral en el marco de este proyecto.
Una capacidad de 2,5 GWh al día
Los investigadores esperan que la geotermia proporcione 24 horas al día de funcionamiento de los dispositivos termoeléctricos durante todo el año, de modo que su aplicación en las anomalías térmicas ya encontradas en Lanzarote produciría 2,5 GWh al día durante todo el año, energía suficiente para abastecer el consumo eléctrico de 275 hogares.
Dado que otra de las tareas del proyecto es localizar nuevas zonas con anomalías en Lanzarote, la producción de energía eléctrica geotérmica mediante este sistema podría verse notablemente incrementada. Además, se prevé un coste cercano a los cinco céntimos de euro el kWh, dentro de los márgenes de la fotovoltaica o la eólica, con la ventaja añadida de su disponibilidad constante en el tiempo, sin estar sujeta a la variabilidad ambiental.
Tecnología replicable en otros territorios volcánicos
Electrovolcán cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros y dispone de un plazo de ejecución de tres años. Las siete entidades implicadas esperan diseñar, como ya se ha indicado, una tecnología capaz de generar la energía necesaria para abastecer el consumo eléctrico del Centro de Interpretación y el restaurante del Parque Nacional del Timanfaya en Lanzarote, gracias al aprovechamiento de una fuente de energía renovable que garantiza un abastecimiento constante a lo largo de las 24 horas del día.
Las instituciones implicadas en el proyecto confían en que la tecnología desarrollada podría replicarse en otros territorios volcánicos con anomalías geotérmicas. Por ello, ya se ha registrado la solicitud de una patente internacional de esta tecnología, basada en generadores termoeléctricos y termosifones con cambio de fase en geotermia.