Un total de 3.221 millones de euros es la inversión que el Grupo Red Eléctrica, a través de su filial Red Eléctrica de España (REE), destinará para hacer posible la transición energética en todo el territorio español mediante el desarrollo de la red de transporte de alta tensión y la operación del sistema eléctrico.
Esta cifra supone la mitad (un 53%) de la inversión total de los 6.000 millones que la compañía prevé llevar a cabo en los próximos años dentro de su nuevo Plan Estratégico 2018-2022 y centra en gran medida sus esfuerzos en la integración de renovables.
De los más de 3.000 millones de euros destinados a la transición energética, 1.538 millones se centrarán en la incorporación de energías limpias (el 47%), 908 millones reforzarán la fiabilidad de las redes de transporte y la seguridad del suministro, 434 millones se destinarán a ampliar las herramientas tecnológicas y digitales, 215 millones para impulsar los proyectos de almacenamiento y 54 millones a sistemas de control de la energía.
Sistema más inteligente
En un comunicado de Red Eléctrica de España destacan que el transportista y el operador del sistema trabajan para dar respuesta a las necesidades de la transición energética dotando al sistema de más inteligencia para garantizar la seguridad y calidad del suministro con una mayor proporción de generación variable, ser capaz de gestionar un sistema cada vez más complejo e integrar un mayor número de recursos distribuidos.
En cuanto al desarrollo y fortalecimiento de la red de transporte, subrayan que la hoja de ruta para 2019 en adelante está plagada de proyectos, muchos de los cuales ya se encuentran en fase de ejecución.
Plan Estratégico 2018-2022
Facilitar la transición energética es el primero de los pilares del nuevo Plan Estratégico 2018-2022 del Grupo Red Eléctrica. Si bien la compañía está centrada especialmente en este ámbito, hay otras líneas que también está desarrollando: ampliar el negocio de las telecomunicaciones para convertirse en operador global de infraestructuras de carácter estratégico; expandir su actividad internacional en el ámbito eléctrico y en el de las telecomunicaciones; ser un referente en innovación tecnológica en el entorno de su actividad; y fortalecer su eficiencia operativa y su disciplina financiera.
Para todo ello invertirá un total de 6.000 millones de euros en cinco años, planteando un modelo de negocio equilibrado entre las actividades reguladas y las operaciones sujetas al riesgo del mercado y diversificando los negocios de manera controlada, favoreciendo la expansión de las operaciones tanto en España como en el ámbito internacional.