La compañía Iberdrola ha lanzado la nueva marca de su actividad de distribución eléctrica en España. Pasa a denominarse ‘i-DE, Redes Eléctricas Inteligentes’, sustituyendo a la denominación Iberdrola Distribución Eléctrica.
Según un comunicado de la compañía, i-DE, que cuenta con más de 11 millones de puntos de conexión, tiene su foco en tres ejes: la mejora del servicio (calidad de suministro y mejora de la atención), el cuidado del entorno (protección de la fauna y la biodiversidad) y la transición energética, favoreciendo la integración de más renovables, así como la movilidad sostenible, las ciudades inteligentes y el consumo descentralizado, mediante el uso de redes inteligentes.
Digitalización y conexión de suministros y renovables
La actividad de redes de distribución de Iberdrola contempla la planificación, construcción y mantenimiento de las líneas eléctricas, subestaciones, centros de transformación y otras infraestructuras, así como la operación de ese sistema para distribuir la energía de forma eficiente entre los diversos agentes que la producen y consumen.
i-DE opera un sistema de distribución que posee 270.000 km de líneas eléctricas en España, con presencia en 10 Comunidades Autónomas y 25 provincias, atendiendo a una población de 17 millones de personas.
Asimismo, dispone de una de las redes más digitalizadas de Europa, y es la que mayor número de instalaciones de generación distribuida (más de 41.000) tiene conectadas a sus redes en España, según la nota de prensa emitida por la empresa.
Balance de 2018
En 2018, el negocio de distribución de Iberdrola invirtió casi 500 millones de euros en el país y prevé destinar durante el período 2018-2022 casi 2.000 millones a la mejora de la calidad de servicio, nuevas conexiones de suministro y de generación renovable y la digitalización de la red.
Entre los proyectos más relevantes del ejercicio 2018 se encuentran la mejora de sus procesos y canales de atención al cliente, en especial los digitales; la finalización del despliegue de cerca de 11 millones de contadores inteligentes, a los que ha incorporado capacidades de telegestión; y la supervisión y automatización de la red, que ya cuenta con 135.000 elementos entre supervisión y maniobra remota.