Una batería alternativa de magnesio que emplea un fosfato de vanadio y cromo como cátodo para incrementar su potencial de reacción. Es el nuevo desarrollo llevado a cabo por un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO), en colaboración con la Universidad de Xiamen (China). El magnesio es un material que podría tener aplicabilidad en baterías para vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía eólica y fotovoltaica.
Se trata de uno de los elementos que ha acaparado mayor atención como candidato para las baterías futuras. Según un comunicado de la Universidad de Córdoba, el magnesio ocupa un lugar muy cercano al litio en la tabla periódica, por lo que mantiene sus buenas propiedades conductoras de la electricidad, pero a diferencia de este, es más seguro, menos propenso a sufrir fallos y mucho más común.
Desarrollo de la investigación
Según explica uno de los autores del trabajo, el profesor Gregorio Ortiz de la UCO, el estudio parte de una primera investigación en la que se consiguió configurar una batería híbrida de sodio y magnesio. Esta hibridación, señala el investigador, “suele generar más problemas en su aplicabilidad y tiene peor rendimiento a largo plazo”. Por ello, posteriormente, tras un tratamiento químico para eliminar el sodio, se consiguió desarrollar la pila de magnesio puro, en la que se incrementa el potencial, y por tanto, la densidad de energía.
Como resultado, la nueva batería ha alcanzado un potencial medio de 2 voltios y una densidad de energía de 140 vatios por hora. Llevado a la práctica, señala Ortiz, esto significaría que “podríamos haber alcanzado casi la mitad de autonomía que tiene una de litio en un coche eléctrico, pero sin los inconvenientes que genera este material”.
La nueva fórmula solo ha sido probada a nivel de laboratorio, por lo que habría que esperar para ver cómo se comporta a escala real.
Baterías alternativas en el mercado
El estudio, cuyo primer autor es el investigador Saúl Rubio, ha dado de esta forma un paso más en la carrera por incluir baterías alternativas en el mercado, pero todo apunta a que la era post litio aún tardará en llegar unos años. Para que esto ocurra, aún deben superarse algunos obstáculos como la búsqueda cátodos y de nuevos electrolitos, el material que transporta la carga de iones entre el polo positivo y negativo del depósito.
De momento, tal y como subraya el profesor Gregorio Ortiz, “lo principal es entender el mecanismo de reacción y funcionamiento del magnesio”, un material que ya ha demostrado que podría ser aplicable en baterías para vehículos eléctricos, dispositivos móviles y sistemas de almacenamiento de energía eólica y fotovoltaica.