El proyecto europeo Safelimove aspira a desarrollar una batería de litio metálico con electrolito sólido para el vehículo eléctrico del futuro que garantice la máxima seguridad y eficiencia. El objetivo principal es dar respuesta a los requerimientos de los usuarios de los futuros vehículos eléctricos, lo que a su vez permitirá fomentar la electromovilidad y la descarbonización.
Este jueves 30 de enero el centro de investigación vasco CIC energiGUNE acoge la reunión de lanzamiento del proyecto. Durante dos jornadas, representantes de las 15 entidades que forman parte del consorcio (14 europeas y una canadiense), prepararán en Álava el desarrollo de esta iniciativa, que contará con un presupuesto cercano a los 8 millones de euros y que ha sido incluida por la UE en su convocatoria de financiación de proyectos Horizonte 2020.
Batería de litio más segura y fiable
Con un plazo de ejecución de 48 meses, el objetivo de Safelimove es desarrollar una nueva tecnología basada en un electrolito en estado sólido que dé lugar a una batería de litio más segura, fiable y de altas prestaciones.
En concreto, se llevarán a cabo innovaciones en cinco áreas tecnológicas principales: desarrollo de materiales activos para el cátodo basados en óxidos metálicos con alto contenido en níquel; optimización del ánodo mediante procesado de litio metálico con altas prestaciones y avanzados tratamientos superficiales; mejora de la conductividad iónica a temperatura ambiente de electrolitos sólidos mediante el desarrollo de innovadores híbridos orgánico-inorgánicos; implementación de técnicas de optimización y estudio de las diferentes interfaces para promover un transporte efectivo de litio; y creación de know-how en el ámbito del procesado y la producción a escala de baterías en estado sólido.
Gracias a estas innovaciones, las baterías desarrolladas en el marco del proyecto ofrecerán una mayor densidad energética de 450 Wh/kg, una carga más rápida y una vida útil más larga.
Consorcio del proyecto
El proyecto estará coordinado por CIC energiGUNE, que se encargará, además, de desarrollar un innovador electrolito híbrido y de analizar el comportamiento de las interfases.
El consorcio está formado por un amplio abanico de organizaciones, desde fabricantes de materiales industriales hasta centros de I+D, pasando por la propia industria automovilística, con la presencia de Renault y Toyota. También participan las compañías Schott AG (Alemania), Umicore (Bélgica), Hydro-Québec (Canadá) y SAFT SAS (Francia), así como los centros de investigación CEA (Francia), Technische Universitaet Berlin (Alemania), RWTH Aachen University (Alemania), junto a Avesta battery & Energy Engineering (Bélgica), Life Cycle Engineering (Italia) y Uniresearch BV (Países Bajos).