La compañía Total, a través de su filial Saft, y PSA con Opel, han anunciado un plan para combinar sus conocimientos con el fin de desarrollar la actividad de fabricación de baterías para vehículos eléctricos en Europa. Para ello, explican que establecerán una empresa conjunta llamada Automotive Cell Company (ACC).
El proyecto aprovechará el I+D para producir baterías para vehículos eléctricos a partir del año 2023. Aseguran que la tecnología utilizada ofrecerá el más alto nivel de rendimiento energético, tanto en términos de alcance y tiempo de carga, como una menor huella de carbono, estableciendo un nuevo estándar en Europa.
Primera fase del proyecto
La primera fase del proyecto se centra en I+D, incluida la construcción de una planta piloto en las instalaciones de Saft en Nersac (Francia) de nuevas baterías de Li-ion de alto rendimiento. La instalación de la planta está programada para mediados de 2021 y representa una inversión de 200 millones de euros.
Esta primera fase desencadenará la decisión de inversión para una planta de producción a gran escala (8 GWh inicialmente, aumentando a 24 GWh más adelante) en la región norte de Alta Francia, seguida de una segunda de igual capacidad en Alemania, para alcanzar 48 GWh de capacidad combinada para 2030. Esto, según los cálculos de la compañía, representaría la producción de un millón de baterías al año, o alrededor del 10-15% del mercado europeo.
Según un comunicado de Saft, se necesitarán cerca de 5.000 millones de euros para completar el programa. Total y Grupo PSA reconocen el apoyo de las autoridades francesas, alemanas y de la Unión Europea para el proyecto, y esperan recibir cerca de 1.300 millones de euros en fondos públicos durante su desarrollo en el marco de la iniciativa IPCEI, autorizados por la Comisión Europea.