La compañía DNV GL ha publicado el informe ‘Technology Outlook 2030’, en el que se asegura que la tecnología y la digitalización son facilitadores clave de la transición a un sistema de energía bajo en carbono. Según el documento, algunas tecnologías tendrán un mayor impacto que otras para acelerar la transición energética en la próxima década.
El informe plantea preguntas y respuestas sobre las diferentes tecnologías, como el impacto que tendrán el viento flotante, el hidrógeno verde, o las nuevas tecnologías en almacenamiento de baterías, entre otras.
También intenta dar respuesta a cómo la industria y el sector de las energías renovables pueden prepararse de manera óptima para el año 2030.
Tecnologías
El informe apunta a la energía solar fotovoltaica como el sector de energía renovable de más rápido crecimiento, y pronostica un fuerte aumento hacia el año 2030 y más adelante. Entre otras cosas, destacan que será la tecnología de referencia de bajo coste.
Asimismo, el informe subraya la importancia del desarrollo de la energía eólica marina. Por citar un dato, se prevé que en 2030 se podrán ver turbinas de hasta 20 MW.
En otro orden de cosas, también se espera que el almacenamiento de la batería desempeñe un papel fundamental en la transición energética, en los campos de la movilidad eléctrica, convirtiéndose en un componente vital que ofrece flexibilidad y admite energía renovable variable a la red eléctrica.
El informe ‘Technology Outlook 2030’ se puede consultar en la web de DNV GL.