La compañía Greenalia ha puesto en marcha su primera planta de biomasa, ubicada en la localidad coruñesa de Curtis-Teixeiro. Cuenta con una potencia de 50 MW, energía equivalente para abastecer a una población de más de 300.000 habitantes y evitar la emisión de 393.973 toneladas de CO2 al año.
Según la empresa, la planta de biomasa de Curtis-Teixeiro es la más importante del sur de Europa en biomasa forestal, una de las dos más grandes de España y la primera en tecnología. Tras cumplir con todos los requisitos de la subasta de 2016, ya comienza a vender energía al precio de la retribución obtenida.
Novedades tecnológicas
Con una inversión de 135 millones de euros, la planta de biomasa de Greenalia incorpora las últimas novedades tecnológicas aplicadas a infraestructuras de biomasa para generación eléctrica. Se trata de unas instalaciones altamente eficientes en cuanto a generación y con un nivel reducido de emisiones de CO2 a la atmósfera. Es una planta de refrigeración seca, lo que supone que apenas se consume agua y no se producen vertidos.
La planta tiene capacidad para tratar 500.000 toneladas de restos de corta forestal que se recogerán en bosques certificados por los sistemas FSC o PEFC situados en un radio de 100 km alrededor de las instalaciones.
Según un comunicado de prensa de Greenalia, la puesta en funcionamiento de esta planta generará unas ventas anuales de 37 millones de euros y un EBITDA superior a los 17 millones, y supondrá unos ingresos recurrentes de más de 1.050 millones de euros a lo largo de 25 años por la venta de energía eléctrica y de 340 millones por el suministro de biomasa forestal para Greenalia Forest, filial del Grupo.
La planta de biomasa de Curtis-Teixeiro es el segundo proyecto de generación de energía renovable de Greenalia. A él se suma el parque eólico de Miñón y le seguirán el resto de los parques eólicos y fotovoltaicos recogidos dentro de su plan estratégico. La compañía tiene previsto alcanzar 1GW de potencia instalada en 2023.