Por primera vez las energías renovables superan ya en potencia instalada (52%) al resto de fuentes de energía en el parque generador peninsular. Así lo corrobora el Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español 2019 de Red Eléctrica de España (REE). Los datos registrados el año pasado suponen un punto de inflexión en el camino hacia la transición energética.
En 2019 el parque de generación eléctrica experimentó un incremento del 6,2% con respecto a 2018, fundamentalmente gracias al crecimiento del 13,6% de la potencia instalada renovable, lo que se ha concretado en la puesta en servicio de 6.528 MW de nueva generación renovable.
Un total de 54.457 MW, de los que un 46% son eólicos, un 16% fotovoltaicos, y el resto (38%) corresponden a otras tecnologías limpias, son las principales cifras del contingente renovable en la península a cierre de 2019.
La energía eólica, líder en potencia instalada
La energía eólica se consolida como líder en potencia instalada en la península, con una capacidad total de generación de 25.255 MW. Se sitúa incluso por delante del ciclo combinado, que hasta ahora había ido en cabeza.
No obstante, el protagonismo de la energía solar fotovoltaica no se quedó atrás en 2019. Cerró el año con 8.623 MW de potencia instalada, convirtiéndose en la tecnología que más ha incrementado su presencia, con un aumento del 93,2% (4.159 MW) respecto al año anterior.
En cuanto a la cobertura de la demanda, lo más destacado ha sido el incremento de la aportación de ciclo combinado (un 20,1% frente al 10,2% del año anterior), y un nuevo descenso en la aportación del carbón (un 4,2% frente al 13,5% del 2018).
La nuclear se ha situado de nuevo en primer lugar, respecto a las tecnologías que más han contribuido a cubrir la demanda, con una aportación del 22%, seguida de la eólica con el 20,9%.
Comunidades Autónomas
La nueva capacidad de generación renovable se ha concentrado en 2019 mayoritariamente en siete comunidades autónomas. En primer lugar, se ha situado Aragón, seguida de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia y Galicia. Cada una de estas regiones ha puesto en servicio más de 400 MW renovables en 2019.
Aragón fue la región que más potencia de generación renovable incorporó, experimentando un crecimiento del 49,1% con la entrada en funcionamiento de 1.787 MW verdes (1.022 MW de nuevas instalaciones eólicas y 765 de fotovoltaicas).
Esta cifra, que supone el 27,3% de toda la nueva generación renovable instalada en España en 2019, corrobora el protagonismo de la comunidad autónoma en el avance hacia la transición energética.
Asimismo, Andalucía se situó en la segunda posición. Fue la segunda región que más aumentó en potencia instalada de fuentes verdes en 2019, situándose como la primera comunidad autónoma en cuanto a capacidad instalada de energía solar fotovoltaica, con un total de 1.777,26 MW y un incremento del 101,5% respecto a 2018.
Y si llegamos al tercer puesto, Castilla-La Mancha aumentó su parque de generación un 10,4% durante el año pasado y alcanzó los 9.007 MW, de los que el 74,1% es de origen renovable. La eólica se convirtió en la primera tecnología del parque generador de la región, con el 42,3% del total; y también como la tecnología líder en producción de electricidad del año, con el 37,3%.
Mix energético y descarbonización
A nivel peninsular, el incremento de la potencia instalada renovable ha permitido que, de los 247.002 GWh de electricidad generados en 2019, el 39% haya sido producido a partir de estas tecnologías. La eólica, con un 21,5 de aportación, ha ocupado el segundo lugar en el mix, tras la nuclear (22,6%) y seguida del ciclo combinado (20,7%).
Por otro lado, además de la apuesta por las renovables, también se avanza en el proceso de descarbonización. En 2019 se contabilizó la menor participación del carbón desde que Red Eléctrica tiene registro. Sólo representó el 4,3% del total de la generación frente al 14,1% de 2018.
Una de las principales consecuencias de este impulso a la descarbonización ha sido el descenso de las emisiones de CO2 asociadas a la generación eléctrica, que han marcado un mínimo histórico desde que se tienen registros (1990): 40,6 millones de toneladas de CO2, un 25,5% menos que en 2018.
También cabe citar que la demanda de energía eléctrica peninsular ha experimentado un retroceso después de cuatro años de evolución positiva. En torno al 39% de la generación total ha sido de origen renovable. La demanda de energía eléctrica en la península durante este ejercicio ha sido de 249.144 GWh, ligeramente inferior a la del 2018 (1,7% menos). Si se tienen en cuenta los efectos de la laboralidad y las temperaturas, su descenso es del 2,7% respecto al año anterior.
Sistemas no peninsulares
Si se atiende a los territorios no peninsulares, las cifras de Red Eléctrica de 2019 muestran el aumento de la demanda eléctrica en Baleares y Canarias, mientras que descendió en Ceuta y Melilla.
En el sistema eléctrico canario las renovables cubrieron más del 16,3% de la demanda, valor máximo hasta la fecha y significativo para un sistema aislado. La demanda de energía eléctrica en las Islas Canarias finalizó el año en 8.875 GWh, lo que supone un ascenso del 0,4% respecto al 2018.
En cuanto a Baleares, el 28% de la demanda se ha cubierto con energía transferida desde la Península. La demanda de energía eléctrica en finalizó el 2019 en 6.114 GWh, lo que supone un crecimiento del 0,9% respecto al 2018. Mientras que la energía transferida desde la Península, a través del enlace con Baleares, ha crecido más de un 37% respecto a la del año 2018.
La potencia instalada de los sistemas no peninsulares se mantuvo estable en todos ellos. En Baleares descendió un 1,8%, mientras que en Canarias aumentó un 0,3%. El descenso en Baleares se debe a la baja de tres grupos de la central de fuel/gas de Ibiza por un total de 43 MW. En cuanto a la cobertura de la demanda, la diferencia más significativa respecto al año anterior es la menor cuota del carbón en Baleares, que superó los 16 puntos porcentuales menos que en 2018.
Sistema eléctrico nacional
Así, con el conjunto de cifras, se constata que a nivel nacional también se avanza en el camino de la transición energética. En 2019, el incremento de la potencia instalada renovable ha supuesto que por primera vez estas tecnologías alcancen ya el 50% de la capacidad de generación total del país (110 GW en total).
En concreto, el parque generador español ha crecido un 5,9%, con el ciclo combinado como líder en potencia instalada (23,8% del total), seguido de la eólica (23,3%) y la hidráulica (15,5%). El año pasado entraron en servicio 6.539 MW verdes, lo que ha supuesto un aumento de la capacidad de generación renovable del 13,4% con respecto a 2018.
Red de transporte
El Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español 2019 también analiza la red de transporte de energía eléctrica en España. Su desarrollo, según datos provisionales, registró durante el año pasado un aumento de 198 km de circuito y 1.335 MVA de capacidad de transformación que refuerzan la fiabilidad y el grado de mallado de la red de transporte para garantizar la seguridad de suministro y facilitar la integración de nueva generación renovable.
Con este objetivo, en 2019 se han puesto en servicio en todo el país 198 km de nuevos circuitos de líneas, alcanzando los 44.453 km, y se ha incrementado la capacidad de transformación de la red en 1.335 MVA. En el caso de la incorporación de nueva potencia renovable, dado que la mayoría de esta nueva generación (70% de la potencia instalada) tenía prevista su conexión a la red de transporte, Red Eléctrica ha desarrollado nuevas infraestructuras para posibilitar su acceso y conexión. En concreto, según REE, este año pasado se ha llevado a cabo un conjunto de actuaciones en más de 30 subestaciones, incorporando 15 nuevas posiciones.
Los datos provisionales de 2019 muestran que la apuesta por las energías renovables, el avance en el proceso de descarbonización y el refuerzo de la red de transporte han sido tendencias predominantes. Un año que ha marcado un punto de inflexión en la transición del sistema eléctrico español hacia un modelo energético sostenible.