Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han conseguido desarrollar el primer cable superconductor de potencia con superconductores de alta temperatura crítica de segunda generación o REBCO (RE para “rare earth”, bario, cobre y oxígeno), para su aplicación en la red eléctrica.
Esta composición permite disminuir las pérdidas durante la transmisión de electricidad, por lo que se aprovecha mejor la energía, respecto de los cables de primera generación conocidos como BSCCO: bismuto, estroncio, calcio, cobre, óxido de cobre. Se trata de la segunda generación de superconductores, REBCO, que tienen el potencial para transmitir una densidad de energía mayor.
Para verificar la eficacia del cable superconductor de alta temperatura crítica, los investigadores de la UNAM han utilizado este cable en lugares donde se trabaja a muy bajas temperaturas, concretamente a menos 190 grados centígrados, muy cerca de la temperatura que dispone el nitrógeno líquido.
Segunda generación de cables superconductores
Este equipo de investigación innova con la segunda generación de cables superconductores. Explican que al pasar la corriente en un cable, genera pérdidas, pero en un cable superconductor, los gastos asociados al transporte de la corriente son menores, y así se facilita la transmisión de electricidad y se aprovecha mejor la energía.
Ya se cuenta con un prototipo que fue probado en el Laboratorio de Pruebas Equipos y Materiales de la Comisión Federal de Electricidad. El cable probado mide 1,2 metros de largo y tres centímetros de diámetro, y está compuesto de un núcleo de cobre recubierto por cintas superconductoras.
Se espera que el desarrollo de la UNAM sea probado en el Energy Lab 2.0, del Karlsruhe Institute of Technology, de Alemania. Ahí se simulará el entorno: se alimentará a través de una red eléctrica simulada y con una carga de suficiente potencia, para determinar el comportamiento de esta nueva tecnología en una red eléctrica.