En el marco del proyecto INCIT-EV, Grupo Renault desarrolla en la actualidad diferentes soluciones de recarga que podrán implementarse en el futuro para impulsar la movilidad eléctrica en Europa. Se trata de la tecnología ‘Plug and Charge’, la recarga inteligente bidireccional y la recarga por inducción, tanto estática como dinámica.
En enero y en colaboración con una treintena de socios, Grupo Renault puso en marcha el proyecto INCIT-EV con el objetivo de fomentar la adopción del vehículo eléctrico en Europa. El proyecto tiene una duración de 48 meses y plantea soluciones de recarga urbanas y de larga distancia centradas en los usuarios, para estimular el despliegue y la implantación de la electromovilidad. Entre otras cosas, está prevista la realización de una fase de pruebas en la que se testarán nuevas tecnologías de recarga.
Tecnología ‘Plus and Charge’
La nueva norma internacional ISO 15110, que regula los protocolos de sincronización entre vehículos eléctricos y los puntos de recarga, hará posible el desarrollo de las tecnologías ‘Plus and Charge’ y bidireccional.
‘Plus and Charge’ facilitará a los usuarios de Renault la carga de su vehículo. El sistema de control se encargará de identificar el coche y permitir el pago de forma automática a través de un protocolo encriptado que garantiza la seguridad, sin necesidad de usar ningún tipo de tarjeta de crédito o de socio.
Recarga inteligente bidireccional
Por su parte, la tecnología de recarga inteligente bidireccional permitirá que el flujo de energía vaya de la red al coche para proceder a su carga, y en sentido contrario, para el reabastecimiento de la red, a escala nacional o local. Los primeros ensayos se desarrollarán en Ámsterdam y Utrecht, en los Países Bajos.
Mediante este tipo de recarga, si un vehículo eléctrico está enchufado en una estación de carga pública o en el domicilio del usuario, la batería pasará a cargarse o descargarse en tiempo real para ayudar al equilibrio entre la oferta y la demanda de energía de la red eléctrica a la que se encuentra conectado. Es decir, el vehículo almacenará electricidad procedente de fuentes renovables cuando esté disponible o la tasa de consumo sea baja, y en caso contrario, si la demanda es alta o la cantidad de energía generada es baja, el vehículo podrá devolver energía a la red.
Su función es tanto medioambiental, ya que promueve la electricidad con bajas emisiones de carbono, como económica, pues abarata los costes al hacer que la energía esté fácilmente disponible.
Recarga inductiva
Por otro lado, la recarga inductiva estática se basa en el principio de la inducción electromagnética. Permitirá la carga de vehículos eléctricos sin necesidad de conectarlos mediante un cable, solo será necesario que el cargador y el dispositivo receptor de la electricidad estén cerca.
Así, bastará con aparcar el automóvil con una bobina receptora instalada bajo la carrocería en un aparcamiento que cuente con la bobina emisora integrada, para que el proceso de carga tenga lugar de forma automática.
En cuanto a la carga por inducción dinámica, el vehículo eléctrico recogerá la energía eléctrica generada por inducción mientras se conduce al pasar por las bobinas emisoras, que están integradas en la carretera, lo que aumenta la autonomía sobre la marcha. Esta tecnología permitirá reducir la necesidad de utilizar baterías de alta capacidad y la dependencia de las estaciones de carga.
Desde el año 2012, Renault trabaja en proyectos de investigación para el desarrollo de la carga por inducción dinámica. En este sentido, para el año 2022, la isla de Gotland en Suecia contará con una ruta de 1,6 kilómetros con esta tecnología integrada, que suministrará electricidad a los autobuses y camiones eléctricos que se desplacen entre el aeropuerto y el centro de Visby, la capital de la isla.