La Comisión Europea ha publicado un documento de trabajo que identifica buenas prácticas para abordar los riesgos del sector energético asociados con una pandemia. Desde Bruselas consideran que, aunque el sistema energético ha demostrado ser resistente durante la crisis del COVID-19 debido a la buena preparación del sector, es importante mantenerse alerta.
El Ejecutivo europeo ha recopilado la experiencia compartida por expertos de los Estados miembros, empresas energéticas y operadores de redes en un solo informe, tras la videoconferencia celebrada el 28 de abril por los ministros de Energía de la UE sobre la preparación y la recuperación en el sector energético.
Riesgos a corto y largo plazo
El nuevo documento describe una serie de riesgos a corto plazo, como garantizar el suministro de energía a clientes vulnerables y la disponibilidad de trabajadores especializados en energía.
Asimismo, también aborda desafíos más a largo plazo, como la confiabilidad de las cadenas de suministro críticas y el impacto de los retrasos en el aplazamiento del mantenimiento.
Buenas prácticas
El informe también describe una serie de 20 buenas prácticas para hacer frente a estos riesgos, como la importancia de establecer planes de contingencia y continuidad del negocio, y asistencia, cooperación y capacitación transfronterizas para operadores.
Entre otras cuestiones, también se recomienda preservar la libre circulación de trabajadores especializados en energía, además de preservar los flujos de transporte esenciales para garantizar las cadenas de suministro de energía, así como el buen funcionamiento del mercado interior de la energía.
El documento de trabajo, que se puede consultar y descargar en la web de la Comisión Europea, se actualizará y modificará según las necesidades futuras, con el fin de servir como guía en el caso de que puedan surgir nuevas amenazas o pandemias.